El gran regreso del festival Woodstock, ícono de la generación hippie, parece que no será tan grande... ni tampoco un regreso. De acuerdo a las primeras informaciones, uno de los inversores más importantes decidió cancelar el evento, previsto para llevarse a cabo del 16 al 18 de agosto.

"Es un sueño para las agencias trabajar con marcas icónicas y estar asociadas con movimientos significantes como este. Tenemos una vasta historia de producir experiencias que unan a las personas en torno a intereses y causas comunes, razón por la cual quisimos ser parte de esta edición de Woodstock. Pero a pesar de nuestra tremenda inversión de tiempo, esfuerzo y compromiso, no creemos que la producción del festival pueda ejecutarse como un evento que haga honor a la marca y que a la vez asegure la salud y seguridad de los artistas, socios y asistentes", expresó en un comunicado Dentsu Aegis Network, principal inversor.

Aunque el fragmento decisivo es el siguiente: "Después de considerarlo cuidadosamente, Dentsu Aegis Network’s Amplifi Live, socio de Woodstock 50, decidió cancelar el festival. Por más difícil que sea, creemos que es la decisión más prudente para todas las partes".

Los problemas con la organización no sorprenden: semanas atrás, se conoció la noticia de que los artistas que integran el line up no estaban recibiendo los adelantos prometidos. Esto se suma al hecho de que se retrasó la venta de entradas; de hecho, en su sitio web todavía figura "Tickets on sale soon".

Desde las cuentas oficiales de Woodstock aún no emitieron ninguna declaración, tampoco en su página web hay ningún aviso. Sin embargo, el sitio especializado en espectáculos TMZ publicó que el promotor Michael Lang no acompaña la idea de que el festival esté cancelado y que se mostró "completamente sorprendido" por el anuncio de Dentsu Aegis Network.

¿Todavía hay esperanzas para este Woodstock?