El presidente Javier Milei emitió anoche un discurso de fin de año que resuena con llamados apremiantes a la acción y una enfática solicitud a los legisladores para respaldar las reformas contempladas en la controvertida "ley ómnibus". Durante siete minutos, el mandatario destacó la urgencia de las reformas, empleando la palabra "catástrofe" en múltiples ocasiones y apelando a la necesidad de un respaldo bipartidista para sacar adelante la propuesta.
El mandatario se dirigió a la nación a través de las redes sociales y el canal oficial de Youtube después de una semana marcada por la resistencia en el Congreso, especialmente del peronismo, respecto a la mencionada legislación. Esta semana también presenció el anuncio de un paro general por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), en rechazo a la "ley ómnibus" y en protesta contra un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que implementó significativas desregulaciones económicas y abrió la competencia de la medicina prepaga a las obras sociales.
En su discurso, Milei reiteró su perspectiva sobre la herencia recibida, describiendo una situación económica crítica con números alarmantes, tales como un déficit consolidado del 15%, una emisión monetaria equivalente al 20% del Producto Bruto Interno (PBI) en los últimos cuatro años y una inflación que, en términos anualizados, roza el 7.500%. En este contexto, defendió la "ley ómnibus" como una herramienta indispensable para enfrentar la emergencia actual y facilitar reformas integrales en diversos aspectos gubernamentales.
“Esta ley brinda al Poder Ejecutivo las facultades necesarias para actuar frente a esta situación de emergencia y evitar la catástrofe económica, además de impulsar reformas profundas en materia comercial, impositiva, productiva, social, de seguridad, educativa y en todos los órdenes del gobierno”, aseguró en el discurso.
La legislación, que según Milei lleva el nombre de "Bases y punto de partida para la libertad de los argentinos" en honor a Juan Bautista Alberdi, persigue la restauración de un país con un Estado limitado que proteja los pilares fundamentales de la sociedad: vida, libertad y propiedad. El presidente enfatizó que el propósito es liberar a la ciudadanía de las restricciones burocráticas, permitiendo el ejercicio pleno de actividades laborales, productivas y comerciales, sin imposiciones externas.
Sin embargo, a pesar del llamado a la unidad y la urgencia que marcó el discurso, persisten divisiones significativas en el Congreso, con sectores del peronismo, la UCR y una fracción del PRO manifestando reservas sobre la delegación de facultades propuesta en la "ley ómnibus". Estos sectores han expresado desconfianza hacia la concentración de poder en el Ejecutivo.