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Salud

Día Nacional de la Lucha contra la Obesidad

Con motivo de este día, dialogamos con una experta en nutrición y obesidad y nos preguntamos qué pasa en la actualidad respecto de las cirugías en medio de la pandemia por coronavirus (Covid-19).

Día Nacional de la Lucha contra la Obesidad

A partir del año 2017, a través del decreto 330/17, se declaró que cada tercer miércoles de octubre se conmemora el Día Nacional de Lucha Contra la Obesidad. Un día en el que "se trata de concientizar y sensibilizar a la población sobre la prevención y la importancia de realizar los controles pertinentes, reduciendo los factores de riesgo y muertes por enfermedades crónicas, creando hábitos saludables, promocionando la salud y que se mantengan en el tiempo", señala Romina Renner (MN157351), especialista en nutrición y obesidad del centro médico Bionut.

¿De qué hablamos cuando hablamos de obesidad?

"La obesidad es un problema de salud metabólico, crónico, heterogéneo y estigmatizado, caracterizado por un aumento de la grasa corporal cuya distribución condicionan la salud del individuo", indica Renner.

¿Perjudica la salud? 

"El tejido adiposo es un órgano complejo, metabólicamente muy activo capaz de producir diferentes sustancias responsables de muchas de las comorbilidades endocrino metabólicas de la obesidad, como, por ejemplo, Diabetes tipo 2, Hipertensión Arterial, así como también diferentes tipos de cáncer. En la actualidad 6 de cada 10 adultos padecen de exceso de peso en la Argentina y en niños/as un 30% sobrepeso y un 6% obesidad", detalla la médica.

¿Se la puede llamar enfermedad?

Según la especialista en nutrición y obesidad, la obesidad es una enfermedad crónica, que se produce por un desbalance entre el gasto y la ingesta energética. El exceso de energía es almacenado en las células adiposas las cuales se hipertrofian y aumentan en número, provocando las diferentes complicaciones médicas secundarias a esta hiperplasia e hipertrofia de los adipocitos, con la secreción de distintas sustancias, comportándose de esta forma la célula adiposa como una célula endocrina y el tejido adiposo como un órgano.

¿Cuáles son los factores que desencadenan la obesidad? 

"Los factores desencadenantes de obesidad son múltiples y complejos y no solo el resultado de comer en exceso entre ellos podemos destacar: edad ya que a medida que envejecemos los cambios hormonales así como la menor actividad favorecen, el sexo femenino principalmente por la menopausia, el embarazo y el síndrome de ovario poliquístico, alimentación poco saludable, sedentarismo, factores socioculturales, genéticos así como también ciertos fármacos como antidepresivos, anticonvulsivos, esteroides", enumera Renner.

¿Se puede prevenir?

"Sí, realizando cambios en el estilo de vida tanto en la alimentación, así como también la incorporación de actividad física, abandono de habito tabáquico y el consumo excesivo de alcohol", afirma la integrante del equipo médico de Bionut.

Fuente: worldobesity.org

¿Puede ser hereditaria?

"La genética es uno de los factores de riesgo. Muchos estudios genéticos han determinado que la obesidad puede ser hereditaria con genes que influencian en la cantidad de grasa corporal y en su distribución", explica por último.

La obesidad y el Covid-19

Desde la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO) destacan la necesidad de reiniciar con urgencia los tratamientos quirúrgicos para evitar el empeoramiento de la salud de aquellos que padecen exceso de peso severo.

A pesar de que la obesidad grados II y III -definida por un índice de masa corporal superior a 35- fue reconocida recientemente por el Ministerio de Salud de la Nación como un factor de riesgo ante el Covid-19, en la actualidad no está garantizado el acceso al tratamiento de esta enfermedad compleja y multicausal, que afecta en la Argentina al 25,4% de la población.

Pero, el contexto de la actual pandemia no hizo más que profundizar un problema que en realidad viene de larga data, pues ya previo al Covid-19 menos del 1% de los candidatos a la cirugía de la obesidad -considerada el mejor tratamiento electivo para los grados severos de esta enfermedad- puede acceder a ella.

"Las medidas sanitarias para prevenir contagios masivos y las restricciones impuestas en relación a la pandemia de Covid-19 han tenido como efecto no deseado la parálisis de la atención médica programada en general, una disminución en más del 90% de las cirugías bariátricas, y un 75% en las consultas pre y postoperatorias bariátricas, según una encuesta realizada por SACO, dejando a muchos pacientes con obesidad expuestos a sufrir graves consecuencias ante una eventual infección por virus SARS-CoV2", explicó el doctor Pedro Martínez Duartez, presidente  de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO).

Fuente: worldobesity.org

A raíz de la incorporación de la obesidad como factor de riesgo ante el Covid-19, la Unión Industrial Argentina (UIA) envió una carta al ministro de Salud Ginés González García en la que expresa su preocupación por la repercusión que esto tendrá, dada la "gran cantidad de personas afectadas a la suspensión del deber de asistencia del lugar de trabajo", que podría alcanzar hasta un 60% de la fuerza laboral de una empresa industrial, según detalló la entidad.

"Existe evidencia clara, desde los comienzos de la pandemia, de que la obesidad predispone a un mayor número de casos graves de Covid-19 en los jóvenes, aumenta el riesgo de complicaciones (3,4 veces más posibilidades) y también la tasa de mortalidad", enfatizó Martínez Duartez, quien recordó que en pacientes que padecen obesidad aumenta el riesgo de infección por el virus SARS-CoV2 y se prolonga el tiempo de su eliminación corporal, por ende, la posibilidad de contagiar, por lo que se sugiere mayor tiempo de aislamiento que en los pacientes de peso normal.

"A la gran mayoría de los pacientes con obesidad severa podemos sacarlos en poco tiempo -alrededor de tres meses- del criterio de riesgo ante el covid-19 mediante la cirugía de la obesidad", resaltó el presidente de la SACO.

En ese sentido, una publicación reciente elaborada por el capítulo latinoamericano de la Federación Internacional para la Cirugía de la Obesidad y los trastornos metabólicos (IFSO-LAC, por sus siglas en inglés) alertó que "la reanudación del la cirugía metabólica y bariátrica electiva debe ser una prioridad, tal vez similar a la cirugía oncológica", y recomendó "tratar a pacientes con obesidad en un área NO COVID" para garantizar la seguridad del paciente y del equipo médico.

Fuente: worldobesity.org

"Las crecientes tasas de obesidad entre los argentinos son una clara evidencia de que incluso las mejores intenciones y las motivaciones más fuertes a menudo no son suficientes para ayudar a las personas con sobrepeso grave a perder una cantidad significativa de peso y, lo que es más importante, a no recuperarlo", reflexionó Martínez Duartez, al tiempo que hizo hincapié en que "debe tenerse en cuenta que un gran número de pacientes en preparación para una intervención vieron suspendida su cirugía como consecuencia de la cuarentena y acumulan ya una demora muy significativa, que puede superar el año. En tanto que muchos de los enfermos con obesidad severa han desistido de iniciar o continuar el proceso necesario para resolver su problema, lo que forzosamente derivará en un prolongado retraso".

Por este motivo, la SACO envió el martes último una carta a autoridades de Obras Sociales y Prepagas en la que solicitan que se dé continuidad a la programación de cirugías bariátricas y metabólicas.

La cirugía bariátrica generalmente se considera una opción de tratamiento para las personas con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más que no lograron perder peso solo con dieta y ejercicio. También se recomienda para aquellos con grados menores de obesidad (un IMC de 30 a 35) que tienen afecciones médicas relacionadas con la obesidad. 

"La cirugía bariátrica reduce los riesgos para la salud, mejora la calidad de vida y aumenta la expectativa de vida", subrayó Martínez Duartez.

"No debemos dejar de destacar que respetamos la enfermedad de Covid-19 y solicitamos a toda la comunidad que tome conciencia de su gravedad pero al mismo tiempo no podemos paralizarnos y dejar a un lado el resto de las patologías crónicas o agudas que requieren atención y seguimiento médico adecuado", agregó el cirujano.

"Sabemos que la obesidad es un factor de riesgo vinculado con peores resultados en pacientes con Covid y es una enfermedad seria en sí misma. Por lo que no realizar la cirugía implica graves consecuencias para el paciente. Existe abundante evidencia de que esta cirugía mejora significativamente tanto la calidad como cantidad de vida y reduce los costos sanitarios a largo plazo", añadió el cirujano y profesor de la Universidad de Sunderland. 

Con el objetivo de garantizar la seguridad de las cirugías, la SACO junto a la Asociación Argentina de Cirugía (AAC) publicaron las "Recomendaciones para la realización de Cirugías Bariátricas electivas en el contexto de epidemia". Y con la información recogida se mostró que:

  • Los pacientes en la lista de espera son jóvenes (edad promedio entre 30 y 50 años).
  • Son procedimientos de corta duración y protocolizados.
  • Requieren corta estadía hospitalaria (tiempo promedio 1,6 días) e insignificante uso de UTI (menos del 1%), es decir requiere pocos recursos hospitalarios.
  • El 89,3% de las instituciones donde se realizan las cirugías bariátricas están adaptadas para atender pacientes con o sin Covid-19.
  • La tasa de complicaciones quirúrgicas no parece verse afectada por la pandemia.
  • La cirugía evita la progresión de una enfermedad crónica como la obesidad y sus comorbilidades (diabetes, hipertensión arterial, SAHOS), lo que reduciría el riesgo de evolución desfavorable en caso de contagio por virus SARS-CoV2.
  • Las deficiencias en el sistema inmune de individuos con obesidad mórbida se revierten con la cirugía bariátrica.

El testimonio de Fabián Villagran

Este paciente tiene 41 años y fue operado hace poco más de tres meses. Al comenzar el tratamiento, hace 12 meses, pesaba 136 kilos (IMC de 43, obesidad mórbida) y hoy pesa 90 (IMC de 29, sobrepeso).

"Bajé muchos kilos y siento que cambiaron varios aspectos de mi vida. Sufría apnea del sueño, padecía dolores por una hernia de disco y hoy estoy mucho mejor", relató Fabián Villagran.

Y contó aliviado: "Hace tiempo tenía ganas de operarme y comenzar el tratamiento, pero siempre tuve temores. Cuando finalmente me decidí, al poco tiempo se desató la pandemia. De todas formas era una decisión tomada y me sentí muy acompañado y cuidado por los médicos. Es un cambio rotundo en salud, en calidad de vida", convencido, además, de que el descenso de peso también lo ha protegido frente al Covid-19.

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