Ir al contenido
Logo
Salud

¿Qué pasa en la mente durante la cuarentena?

Ansiedad, depresión, rabia, estrés, miedo, hambre. Todos los que estamos privados de nuestra libertad desarrollamos reacciones muy variadas...y normales. ¿Cómo se pueden manejar?

¿Qué pasa en la mente durante la cuarentena?

Según un estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet, cuando alguien es privado de su libertad, por motivos de salud, desarrolla una serie de reacciones muy variadas, normales y en general manejables, dentro de esas circunstancias. 

La primera de todas es la ansiedad. Igual que el resto de la sociedad, ellos experimentan temor. ¿Estoy enfermo? (si es un caso no confirmado); ¿Es graves?; ¿Me moriré?; ¿Contagiaré a mis familiares?; ¿Morirán por mi culpa? Preguntas de esta índole se cruzan normalmente por la cabeza de estas personas, generándoles ansiedad. 

El segundo sentimiento prevalente es la depresión. La persona, al principio se siente aburrida y desanimada, haciendo el duelo por la pérdida de su libertad (aunque sea temporal) pero los más melancólicos de carácter, o con tendencias depresivas, pueden virar hacia depresiones más profundas, especialmente cuando se enferman. 

En ese caso, la depresión es alimentada por sentimientos de culpa y arrepentimiento, ¿no hice lo suficiente para cuidarme?; ¿A cuántos más habré infectado?. De esta forma viven el aislamiento social como una condena y extrañan, de un modo sombrío y para ellos es "merecido" todo aquello que han perdido a causa de su pecado.

Estos sentimientos son especialmente más intensos en los trabajadores de la salud, que deben ser sometidos a cuarentena, por haber sido contagiados. Ellos sienten una culpa adicional por que creen que están descuidando y abandonando a sus pacientes, cuando más los necesitan y porque sienten que traicionaron a sus colegas que siguen en el frente de batalla.

El tercer sentimiento intenso es el de la rabia. La ansiedad y el temor, nos impulsa a funcionar psicológicamente de un modo primitivo, es lo que el psicoanálisis llama funcionamiento esquizo-paranoide. Pensamos que hay un enemigo que nos quiere aniquilar y descargamos frente a él todo nuestro miedo, o todo nuestro odio. El mal genio entre los encerrados es prevalente, ya que, más allá de que estén frustrados porque no pueden disfrutar de muchas cosas placenteras e importantes, también sienten que hay un enemigo al acecho que los puede matar y buscan en su mente a alguien contra quien desfogar esa rabia. El target más común para esa rabia es quien esté más próximo: el familiar cercano.

Por esto las relaciones familiares son especialmente difíciles y conflictivas en estas situaciones de confinamiento obligado. Hay familias de cuatro personas encerradas en 60 metros cuadrados, en las que nadie habla con nadie porque acaban, entre todos, de revivir una pelea de hace siglos. El estrés en estas situaciones es muy alto.

Otros blancos favoritos a los que el inconsciente dirige su odio son los médicos y enfermeras, el sistema de salud, el Gobierno o los extranjeros que trajeron el virus. El malestar social y familiar por esta rabia acumulada puede ser muy grande.

La cuarta consecuencia mental de la cuarentena, es el síndrome de estrés postraumático (SEPT). Esta es una enfermedad mental que ocurre meses después de que ha pasado un trauma psicológico (cuando los síntomas son durante y en los días subsiguientes al trauma, se llama estrés agudo). Su intensidad y duración depende de varios factores individuales y sociales, como la intensidad y cercanía a la exposición al trauma, y factores de personalidad, especialmente lo que el psicoanálisis llama el Wapego inseguroW, el cual a su vez se desarrolla más cuando la persona ha sido sometida a abusos o descuidos en su infancia.

    Ultimas Noticias