Durante la noche de ayer Elon Musk presentó en Los Angeles su experimento de transporte público The Loop, un túnel de 3.2 kilómetros que conecta las oficinas de su empresa Space X y uno de los barrios de la ciudad. Por desgracia, si tenemos que basarnos en los testimonios de los presentes, los resultados son muy decepcionantes.

Lo más llamativo es que el sistema presentado a la prensa y legisladores durante el día de ayer tiene poco que ver con la revolución que Musk prometió cuando anunció el concepto de su empresa, The BoringCompany. 

The Loop utilizaría plataformas eléctricas autónomas que transportarían cápsulas con hasta 16 pasajeros a velocidades de entre 190 y 240 kilómetros por hora. Sin embargo, los viajes en el túnel prototipo se realizaron en un Tesla Model X, un vehículo eléctrico convencional cuya velocidad máxima durante los dos minutos que duró la experiencia no superó los 64 kilómetros por hora.

Este es el sistema que prometió The Boring Company:

Y este es el resultado:

 "El auto es la plataforma," dijo Elon Musk, aclarando que planean incluir algunas unidades para el transporte público, pero que en su mayoría serán vehículos privados que deberán instalar un sistema de guías bajo la carrocería de entre 200 y 300 dólares para alinearse dentro del túnel.

Los asistentes también destacaron la irregularidad de la superficie del túnel, que generó viajes algo bruscos. En la crónica escrita para Los Angeles Times, Laura J. Nelson comparó el recorrido con un viaje en un camino de tierra:

"El viaje a lo largo del túnel duró dos minutos, iluminado por las luces del auto y una línea de luces de neón azules instaladas sobre el techo. El [Tesla] Model X se desplazó sobre dos estanterías de cemento amuradas a las paredes, que eran tan irregulares en ciertos momentos que se sentía como un viaje en un camino de tierra," escribió.

Musk explicó que la irregularidad del camino se debe a problemas que tuvieron con la pavimentadora que no pudieron solucionar a tiempo, y aseguró que en las versiones definitivas (este es sólo un prototipo) la experiencia será completamente diferente.

Finalmente, el CEO de la empresa tuvo que aceptar que su proyecto es más un autopista subterránea que un subterráneo convencional de alta velocidad, lo que generó dudas de parte de los expertos. 

Juan Matute, el director del Instituto de Estudios de Transporte de la Universidad de California anticipó que un túnel de este tipo generara una demora similar en caso de ser exitoso, y no solucionaría problemas reales de congestión en caso de no serlo.

"Podría ser víctima de su propio éxito o simplemente no funcionar," dijo Matute.

The Boring Company tiene otros tres proyectos planeados: un segundo túnel en Los Ángeles que conectará algunos barrios con un estadio de béisbol, uno en Chicago y uno en Washington.