Los vecinos de de Mehdía, en la provincia de Kenitra, Marruecos pedían renovaciones en la ciudad y lo que obtuvieron no fue de su agrado. Las autoridades autorizaron unas esculturas de dos peces para ubicar en la rotonda y así dar vida a la zona circular.
Pero los ciudadanos al ver la obra terminada, lejos de contentarse por el logro, se indignaron y empezaron a subir diferentes reclamos y denuncias a todas las redes sociales, arrobando a los gobernantes.
Algunos se quejaban diciendo que los peces eran "pornográficos", otros reclamaban que el dinero podía destinarse a otra cosa, o que el cemento utilizado para confeccionar las piezas debería haber sido para tapar los baches de las calles. En fin, ni una buena para estos encantadores peces.
A raíz de las denuncias el Gobierno se manifestó vía Facebook con su contestación: “En respuesta a las numerosas quejas de los ciudadanos que piden la demolición de la escultura que representa a dos peces y que se encuentra en una de las rotondas del pueblo de Mehdia”.
Y siguió con el anuncio : “Informamos a la opinión pública de Kenitra, que el pueblo de Kenitrano tiene relación con este tema, y que la escultura en cuestión no se encuentra en su territorio”.
Pero si bien en un primer momento se desentendió del asunto, finalmente cedieron ante los reclamos de los vecinos y removieron las esculturas.