Lunes 16 de marzo. Colón le ganó como visitante a Rosario Central en la primera fecha de la Copa de la Superliga. Esa fue la noche del último fin de semana que, ya con los estadios a puertas cerradas, miles siguieron a los clubes de sus amores a través de las pantallas. Ese fue el último día que los jugadores corrieron detrás de la pelota. Ese resultó ser el último partido de una Copa de la Superliga que fue debut y despedida. Ese fue el día que se abrió la puerta de la incertidumbre. Una incertidumbre que encandila y, por ahora, no deja ver la curva del camino para que el fútbol argentino pegue la vuelta.

El espejo de Europa

La pandemia de coronavirus (COVID-19) tomó las riendas de un partido para el que el mundo entero no estaba preparado y lo obligó a replegarse en sus casas para tratar de que la derrota por goleada sea lo menos nociva posible. En Europa esa táctica dio sus frutos y, ante la disminución de casos y fallecimientos después de tanto sufrimiento, la vida empezó a parecerse un poco más a la de antes de la era del COVID-19. Así fue como las ligas más importantes del Viejo Continente volvieron a la acción después de dos meses de suspensión.

La Bundesliga de Alemania marcó el camino con un protocolo sanitario de más de 50 páginas que, tras el visto bueno del Gobierno alemán, permitió el comienzo de la Liga, ofició de modelo y fue replicado -aspectos más, aspectos menos- por el resto de los países en los que la pelota también ya volvió a rodar, por ejemplo, Italia, España e Inglaterra.

El pilar del protocolo es la masiva realización de testeos en la víspera de cada partido: al menos dos veces por semana se les realiza el hisopado a todos los implicados, ya sean jugadores, cuerpo técnico, árbitros y demás integrantes de la Liga alemana. Si se detecta algún caso positivo, el infectado es aislado y las autoridades locales decidirán si debe establecerse una cuarentena para el resto del plantel, ya que los criterios varían dependiendo cada región del país.

Por otro lado, en los estadios puede haber un máximo de 300 personas divididas en tres zonas (césped, tribuna y exterior), para evitar que se aglomeren los equipos, los periodistas y el resto de los empleados del club. Además, los visitantes deben llegar a la cancha en más de un micro para respetar la distancia social y, entre otras cuestiones, a excepción de los jugadores y el árbitro, todos los integrantes del banco de suplentes tienen que usar barbijo, mientras que las pelotas deben ser desinfectadas durante el partido.

Y nosotros… ¿Estamos capacitados?

Cada club es un mundo aparte. Más aún en el fútbol argentino, donde las desigualdades entre las instituciones -que se acrecientan a medida que se baja de categoría- están a la vista y, como si fuera poco, recibieron el golpe de una pandemia que puso en crisis a sus economías. Por eso, a la hora de sentarse a analizar un listado de pautas sanitarias a cumplir para que el retorno de la actividad sea posible, se abre una abanico de realidades que siembran dudas: ¿Están aptos todos los clubes para cumplir un protocolo?

"La posibilidad de hacer protocolos que se cumplan están muy lejos de la realidad. Personalmente, creo que en Comunicaciones podríamos adaptarnos eventualmente a algún tipo de protocolo porque tenemos un club que está ubicado en un buen lugar de la Ciudad y con un determinado target de socios. Pero también he ido a otros clubes en donde no se puede evitar el contagio. Entonces, a mi me parece que pensar en iniciar actividades en este momento es un error. En el medio hay un montón de cuestiones comerciales, económicas, los negocios del fútbol, el pago de los jugadores, que son parte del problema. Pero estoy seguro de que River, Boca, San Lorenzo, Vélez... pueden hacer lo que quieran. Y nosotros no podríamos hacer cualquier cosa, podríamos algunas cosas. Y creo que hay muchos clubes que no podrían ni siquiera algunas cosas", reflexionó Jorge Rapaport, uno de los integrantes del Órgano Fiduciario de Comunicaciones, el equipo de la B Metropolitana, en diálogo con Filo.News.

Más optimista es la mirada de Javier Méndez Cartier, el presidente de Excursionistas. "Creo que, en general, los clubes del ascenso estamos capacitados. Hay algunos que contamos con mejor o peor infraestructura. Independientemente de los clubes en donde haya estadios o vestuarios con infraestructura más precaria que la de Primera Nacional o Liga Profesional, creo que estamos capacitados y, sobre todo, contamos con el apoyo permanente de la AFA", sostuvo el dirigente del conjunto que juega en Primera C.

En las últimas horas, la AFA presentó un protocolo elaborado por su Departamento Médico para que los equipos puedan volver a entrenarse. Aunque no se informó oficialmente, el punto clave son los test. Teniendo en cuenta que pretenden hacerse cinco pruebas mensuales por cada jugador, el costo redondearía los 750.000 pesos, una cifra demasiado alta de pagar para varios clubes de la Liga Profesional. Y ni hablar de los del Ascenso, quienes contarán con su protocolo adaptado para cada categoría.

Vuelven todos o ninguno

"La vuelta a los entrenamientos va a ser cuando todo nuestro país se encuentre en Fase 4". Corto y al pie, Tapia fue claro cuando, tras reunirse con el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, anunció que el fútbol no regresará mientras el país no mejore su situación epidemiológica, argumentando que la mayor cantidad de equipos (el 59%) y jugadores (el 75%) profesionales del país se encuentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por lejos la zona más afectada por la pandemia. En esa línea, explicó que se trata de una decisión justa para que no haya ventajas deportivas, al tiempo que manifestó que no sería responsable trasladar el virus al interior del país.

Mientras por estas horas las autoridades del AMBA evalúan volver a la Fase 1, las reacciones ante la determinación de la AFA no tardaron en aflorar y hubo fuego cruzado entre veredas de distintas convicciones.

Marcelo Gallardo salió al cruce criticando las "decisiones aceleradas" que se tomaron respecto a los torneos y, en declaraciones a radio La Red, aseguró: "Todos ponemos a la pandemia por delante. El fútbol hoy no es imprescindible, pero de ahí a cruzarnos de brazos o no debatir posibilidades me parecía demasiado. Hay mucho deseo de poder activarnos de a poco con los protocolos necesarios (...) Yo veo un fútbol argentino que claramente va a ir en decadencia".

Alineado en la vereda de enfrente con Nicolás Russo, el presidente de Lanús, Méndez Cartier consideró en diálogo con este medio que "ha sido desafortunada la postura de algunos actores del fútbol argentino, empezando por las palabras de Marcelo Gallardo y algunos dirigentes que bregaron por la vuelta. Porque si hay alguien que se perjudica con la no vuelta del fútbol, más que los televidentes o los hinchas, somos quienes tenemos la responsabilidad de mantener los clubes abiertos, son los jugadores que viven de esta industria, los técnicos, los árbitros y el resto de las personas vinculadas al fútbol. Nosotros somos los primeros interesados en que vuelva a rodar la pelota, pero la postura del fútbol argentino, en general, ha sido de suma responsabilidad".

"La vuelta a los entrenamientos va a ser cuando todo nuestro país se encuentre en Fase 4", aseguró Tapia.

Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández desde un principio dejó en claro que el regreso del fútbol no es un prioridad. "El fútbol puede esperar. Primero tenemos que atender a los enfermos y que no se enfermen más. Esto nos complica a todos, pero hay que tener paciencia", dijo a fines de marzo pasado.

En una de sus últimas referencias al respeto, ya con la cuarentena extendida hasta 28 de junio, el mandatario nacional aseguró en una entrevista con TyC Sports que "el Estado no está para promover el fútbol, que es un deporte profesional con mucho apoyo económico". Y sentenció: "El fútbol tenemos que manejarlo con cautela y volver con público sería una locura. Además, no sé si todos estarán en condiciones de cumplir los protocolos, ahí también está en juego un tema económico".

Bajo esta coyuntura... ¿Estamos preparados para que vuelva el fútbol?