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Rodríguez Larreta: "No hay más tiempo para la improvisación, los argentinos necesitamos un rumbo claro"

"Espero que posicione a la Argentina en el lado correcto de la historia", dijo al inaugurar un nuevo período de sesiones ordinarias en la Legislatura Porteña; críticas al Gobierno nacional y el reclamo por un plan "concreto, consistente y a largo plazo".

Rodríguez Larreta: "No hay más tiempo para la improvisación, los argentinos necesitamos un rumbo claro"

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró hoy las sesiones ordinarias en la Legislatura Porteña.

El alcalde abrió su discurso destacando que la Legislatura "es un ejemplo de que podemos poner a la gente por encima de las diferencias políticas". Inmediatamente después, condenó "en forma enérgica la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania".

"Hay momentos en la historia en los que es muy clara la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo justo y lo injusto. En esos momentos no hay cálculo político ni pirueta retórica que valga. Hay sólo una posición posible: condenar estas acciones de forma urgente", sostuvo.

En tanto, se refirió a la postura del Gobierno nacional y señaló que el giro oficial se dio gracias a la "firmeza y el coraje con el que distintas fuerzas políticas y organizaciones reclamamos que Argentina tome una posición acorde a los hechos".

Además, envió un mensaje al presidente Alberto Fernández, horas antes de que hable ante la Asamblea Legislativa: "Espero que en unas horas, cuando inaugure el año legislativo, el Presidente condene de manera contundente la invasión a Ucrania y posicione a la Argentina en el lado correcto de la historia".

Destacó, por otra parte, la gestión de la pandemia de coronavirus. "En la Ciudad -señaló-, el objetivo siempre fue cuidar el bienestar integral. Así, se armó un plan para enfrentar el coronavirus que empezó con el fortalecimiento del sistema de salud, y siguió con la puesta en marcha de los testeos masivos y de la campaña de vacunación más desafiante".

"El 94% de la población de la Ciudad tiene una dosis, el 91% tiene las dos y el 59% la tercera. Hoy los contagios están bajando: el promedio semanal es de 600 y el R, la tasa de contagiosidad, está en 0,7. El esfuerzo valió la pena", añadió.

Un plan con seis ejes principales y múltiples críticas al Gobierno nacional

Luego, recordó las condiciones en las que el PRO recibió la Ciudad de Buenos Aires en 2007 y remarcó que durante estos 14 años de gestión siempre se gobernó "con un plan". "Para cada desafío, un plan; ese fue y es nuestro compromiso", indicó. A continuación, presentó un Plan de Gobierno para los próximos dos años compuesto por seis ejes centrales: educación y trabajo; integración; transformación urbana; bienestar integral; ciudad digital; y seguridad y justicia. En casi todos, deslizó críticas al Gobierno nacional.

En el plano educativo, Rodríguez Larreta subrayó que en la Ciudad la presencialidad "es la regla y no la excepción" y dijo que esto "quedó demostrado en abril de 2021 cuando, a contramano de los datos y la evidencia, el Gobierno nacional quiso cerrar las escuelas".

En otro tramo de su discurso, el jefe de Gobierno se refirió al traspaso de los colectivos que circulan en la exclusivamente en Capital Federal. Si bien señaló que la administración que conduce "siempre estará dispuesta a conversar sobre este y todos los temas centrales para el bienestar y el desarrollo de los argentinos", dejó en claro que "de ninguna manera permitirá que se quiera perjudicar a la gente ni que se quiera avasallar la Constitución".

"Esta -recordó- establece que cualquier traspaso de competencias o funciones debe ser consensuado mediante un acuerdo que incorpore una mirada metropolitana y que respete las bases del federalismo de concertación". "Los argentinos necesitamos un federalismo de verdad donde se respete a cada una de las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires", afirmó.

Al referirse  a la seguridad, recordó la quita "intempestiva, inconsulta, arbitraria e inconstitucional de fondos por parte del Gobierno nacional" en septiembre de 2020, durante el conflicto entre la Provincia de Buenos Aires y la Policía bonaerense, y reafirmó su reclamo ante la Corte Suprema de Justicia por la medida "que afectó la autonomía de la Ciudad".

"La seguridad es innegociable, la lucha contra los delincuentes es innegociable", remarcó, y señaló: "La inseguridad no se la combate con gritos, con chicanas o con ataques políticos. Se la combate con decisión política, planificación y firmeza. Esto es lo que hicimos cuando nos hicimos cargo de la seguridad y lo que vamos a seguir haciendo, más allá de los palos en la rueda que nos quieran poner".

"En la Ciudad diseñamos un Plan Integral de Seguridad Pública serio, que apuesta al trabajo a largo plazo. Gracias a estos esfuerzos y planificación, hoy las tasas de delitos en la Ciudad son las más bajas en 30 años", destacó. Dijo que estos resultados en materia de seguridad cobran más sentido cuando van acompañados por "sentencias y condenas firmes", y sostuvo que "la única forma de lograrlo es con una Justicia independiente, que despierte confianza y no reciba presiones, como pasó con la marcha contra la Corte Suprema. Cuidar la democracia es cuidar el sistema republicano. "Y eso -aseveró- solo sucede cuando existe y se respeta la división de poderes".

"Aun en el contexto más adverso, cargados de incertidumbre, incluso de angustia, logramos grandes transformaciones que mejoraron y mejoran día a día la calidad de vida de millones de personas. Y lo logramos porque tenemos un plan, objetivos concretos en cada área para mejorarle la vida a la gente. Eso es lo que la Argentina necesita: un plan concreto, consistente y a largo plazo que vaya resolviendo paso a paso los problemas estructurales que nos aquejan hace décadas".

Con un tono presidencial, luego de que se refiriera por primera vez -de manera pública- a sus aspiraciones presidenciales, el jefe de Gobierno advirtió que "no hay más tiempo ni lugar para la improvisación". "Los argentinos -sostuvo- necesitamos un rumbo claro, que nos dé certidumbre, nos permita proyectar a futuro y cumplir nuestros sueños".

Y continuó: "Este momento bisagra nos exige un plan para generar trabajo, mejorar la educación y la seguridad, frenar la inflación, integrar a los excluidos, aumentar las exportaciones, desarrollar inversión pública a nivel federal y apostar por un desarrollo equitativo en el país".

"Tenemos que fijar un rumbo que siente las bases para el desarrollo. Y la manera de hacerlo es construyendo un consenso amplio, que nos permita construir en conjunto políticas de Estado que se sostengan a largo plazo por el bienestar de las generaciones por venir. Yo no tengo dudas de que el mayor desafío que tenemos por delante es el de construir una sociedad de diálogo, en la que la tolerancia y el respeto le abran el camino al consenso, y en la que ese consenso le abra el camino al crecimiento".

"Esto -consideró- requiere ser valientes y hacer el camino más difícil, que es el de sentarnos a la mesa con el que piensa distinto y hacer el esfuerzo de ponernos de acuerdo para resolver los problemas".

Reafirmando su mensaje de unidad, continuó: "Como país ya vimos lo poco constructivo que es el camino fácil: el de la intransigencia, el de las peleas, el de la grieta. La grieta nos paraliza, sin posibilidad de reconocer que, si dejamos las diferencias de lado, los problemas del presente tienen solución".

"Yo siempre voy a estar dispuesto a pelear por ese futuro de diálogo que necesitamos. Siempre van a encontrar en mí a alguien abierto a tener las conversaciones difíciles, las que requieren coraje y firmeza, las que son necesarias para que todos vivamos mejor. Y siempre voy a estar al lado de la gente. Desde mi lugar, trabajo para ustedes, y escucharlos me ayuda a mejorar", concluyó.