Si sos de usar mucho Twitter, seguramente conozcas la cuenta de Bromatología en casa: de una forma muy didáctica y fresca, tres ingenieras en alimentos comparten tips y contenidos que promueven una mayor higiene -y, por consiguiente, una mejor salud- en el hogar. 

Pero, además de difundir información relevante, el equipo de Bromatología en casa busca entretener y generar interacciones con el público. A fines de la semana pasada, lograron este objetivo con una consigna que abrió la puerta a una avalancha de experiencias desagradables: "Sale thread solo para gastronómicos. Situaciones anti bromatológicas que hayan hecho, tenido que hacer, o hayan visto trabajando arrancando YA", postearon, convocando a trabajadores del rubro a revelar los peores hábitos propios o ajenos dentro de la cocina. El tuit original cosechó más de 200 respuestas, entre testimonios de las atrocidades y la indignación de los lectores.

"En el secundario tenia unos compañeros que trabajaban en una panadería, un día fui a buscarlos y estaban amasando atrás donde se elaboraba el pan, como hacia banda de calor por los hornos, usaban los bollos de masa fresca para refrescarse las axilas. Lo vi", relata el usuario @YosoytiaMimi. También dentro del segmento panaderías, @agusbetrayed recuerda: "Trabajaba en una panadería donde teníamos que ir aplaudiendo a la parte donde se amasaba el pan y facturas, para que los amis ratoniles se escondan jajaja y dejar la radio prendida 24/7 para que sientan ruido y no salgan".

Las trastiendas de las pizzerías y casas de pastas no se quedan atrás. "Mi viejo es pizzero y un día cuando era chica lo fui a ver al trabajo y fui testigo de cómo se sonaba la nariz con la masa", dice @halluxinating. "Fábrica de pastas: entré, tenían las bolsas de harina (enormes) a la vista, abiertas y semi-llenas. No les presté atención hasta que vi que una se empezó a mover, me asomé y había un gato sentado adentro jdjsjsjs muy tranqui, con el traste en la futura cena de alguien", agrega @Mica_Cornaglia.

"Por qué leí este hilo???!!!!@", "Quiero llorar y no salir a comer nunca más", "Está claro que la próxima salida a comer va a ser en un banquito de la plaza directo de mi tupper!!" son solo algunas de las reacciones de los usuarios de Twitter ante los descubrimientos, que alcanzan a carnicerías, fiambrerías, heladerías, barras móviles, caterings y restaurantes. A continuación compilamos algunos relatos honestamente escalofriantes: