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Comida #vino

La historia de un vino muy especial, en altura extrema

La enóloga Gabriela Celeste nos cuenta de Viñas del Perchel: uvas con carácter quebradeño. 

La historia de un vino muy especial, en altura extrema
La enóloga Gabriela Celeste

La diversidad es una característica altamente apreciada (e inevitable) en el mundo del vino. Diversidad de climas, de geografías, de variedades, de personas que piensan y deciden cómo hacer sus vinos dan como resultado una gama interesante de estilos y opciones.

La Argentina tiene una diversidad enorme de zonas productoras y entre ellas se encuentra, hace ya varios años, la Quebrada de Humahuaca que además de ser Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad desde 2003, también es una Indicación Geográfica para designar la producción de vinos dentro de las localidades de Purmamarca, Humahuaca, Tilcara y Huacalera.

Si bien los Valles Calchaquíes son bien conocidos por sus vinos “de altura”, en la Quebrada se cultivan vides en alturas que van desde los 2000 a los 3200 msnm. Además del factor altitud, se describe a la zona como “clima extremo” debido a su cercanía al Trópico de Capricornio y por ende, al sol (el monolito que señala la línea imaginaria por donde pasa el trópico se encuentra 1 km de la bodega)

Viñas del Perchel, bodega familiar llevada adelante por los Hermanos Vargas y la segunda en plantar vides en este enclave jujeño, más precisamente en Villa el Perchel (entre Huacalera y Tilcara) posee desde el 2013 sus productos en el mercado. Runa es el nombre de su primer vino, un corte de syrah y malbec con mucho power y elegancia.

Esta pequeña bodega cuenta hace ya 6 años con la asesoría de la ingeniera agrónoma Gabriela Celeste (Enorolland) y charlamos con ella para que nos cuente su experiencia haciendo vinos en la zona:

  • Gabriela, ¿nos podés contar un poco de tu trayectoria y de tu desempeño como asesora en EnoRolland?

En el año 1999 iniciamos Eno.Rolland junto a Michel Rolland y Pascal Chatonnet. La consultora comenzó como un laboratorio de análisis enológicos y al poco tiempo de su existencia fuimos incorporando el asesoramiento para distintos proyectos vitivinícolas que surgieron en esa época. Luego extendimos el asesoramiento a otras provincias y otros países vecinos donde fuimos llamados para brindar nuestra colaboración, nuestra ‘expertise’ al momento de elaborar vinos de gusto internacional.

  • ¿Cómo llegaste a trabajar junto Mabel Vargas en Viñas del Perchel?

Mi primera visita a Viñas del Perchel fue en 2013, cuando Javier Vargas me contactó por email, me habló de su proyecto y me pidió si podía brindar asesoramiento para la elaboración de sus vinos. Quedamos de acuerdo en hacer una visita para poder elaborar una propuesta acorde y en esa visita me encontré por primera vez con Mabel Vargas, quien me recibió en su casa con tamales, empanadas y todas esas cosas ricas con tanto sabor que elaboran en el norte.

Empezamos visitando el viñedo, haciendo un reconocimiento del terreno y aproveché la ocasión para visitar las zonas aledañas, varios kilómetros para poder comprender la fisonomía del lugar, la circulación de los vientos, la irrigación, los suelos, las pendientes, etc. como también la idiosincrasia de su gente.

  • ¿Qué características distintivas encontrás en el terruño quebradeño en comparación con otras IG de argentina? Nos podés explicar un poco qué es esto de “vinos de clima extremo”?

 Allá todo es extremo, desde las temperaturas, hasta las pendientes, las altitudes, la forma de trabajo de su gente, los sabores de sus hortalizas, los sabores de las uvas, todo.

Es una zona con bajas precipitaciones, bastante seco, pero con rocíos matinales en primavera, que desaparecen al llegar el viento cada día a las 14 horas. La temperatura de un día estival oscila entre los 10ºC a las 7 de la mañana hasta los 35ºC al mediodía. El sol pega fuerte sobre la piel, estamos más cerca del sol! La atmósfera es diáfana, si bien hay brisas y vientos constantes durante las tardes. Al ocultarse el sol tras los cerros, empieza a bajar abruptamente la temperatura y siempre necesitamos un abrigo al caer la tarde.

En este terruño encontramos personalidad, los aromas de sus vinos son potenciados entre la fruta, las especias y el aroma del suico (un yuyo que crece en la zona). El color de los vinos es exuberante, los hollejos de las uvas se desarrollan con un grosor increíble. Los suelos son una mezcla de materiales con partículas finas capaces de retener algo de agua, como también algunas arenas y piedras en superficie. A medida que abandonamos el valle que se encuentra a la vera del río, subimos hacia las laderas de los cerros y allí la pendiente, las rocas y los cactus, todo lo dominan. El sentido de plantación es elegido por la circulación de los vientos y no tanto por la exposición solar que en la zona es extraordinaria.

  • ¿Cómo se traduce esa “extremidad” en los vinos y que decisiones enológicas los impulsa a tomar en la bodega?

La extremidad de los vinos se ve a simple vista en sus colores intensos en sus aromas exuberantes y en su boca golosa y amplia.

Las decisiones enológicas siempre respetan la naturaleza. Trabajamos con una técnica minimalista, con levaduras indígenas, con una pequeña corrección de acidez los años que se necesita, con trasiegos autoclarificantes en lugar de filtración, etc.

  • A pesar de ser una zona productora joven, los bodegueros y productores están bien organizados y hasta cuentan con Asociación de Bodegas de la Quebrada de Humahuaca, ¿Cómo ves el presente y futuro de la viticultura en esta zona ?

El futuro lo veo muy promisorio, sobre todo teniendo en cuenta que cuando empecé a viajar a la zona, había solamente 3 bodegas (conocidas) en ese lugar y actualmente hay más de 15 proyectos. En poco tiempo creció mucho y tiene un respaldo estatal ya que ayuda a diversificar sus industrias, incentivando el enoturismo.

La Quebrada de Humahuaca es uno de esos lugares a los HAY que ir al menos una vez en la vida y mucho más, existiendo una ruta del vino. Para visitar la bodega de los hermanos Vargas podes entrar en www.vinosdelaquebrada.com.ar y escribir para bookear una visita. Además del hermoso paseo por la finca y la bodega (que por lo general guía la mismísima Mabel mientras te cuenta cómo ha establecido vínculo hasta con las piedras del lugar) te quedás almorzando las mejores empanadas del mundo al pie de los cerros… ¿qué más?  


 

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