Casi ni esperan al sábado, cuando en el cuadrilátero del MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas, se enfrenten por el título pesado del Consejo Mundial de Boxeo. Apenas se vieron,  Deontay Wilder y Tyson Fury ya empezaron a calentar el combate en una conferencia de prensa que terminó repleta de provocaciones y empujones.

En la presentación de ambos boxeadores, que se realizó este miércoles, el personal de seguridad tuvo que intervenir para que evitar que las constantes amenazas, gritos e insultos que volaron de un lado al otro, pasaran a mayores.

El defensor del título primero dijo: "Los dos estamos emocionalmente involucrados en esto". Y agregó que "ambos queremos dar lo mejor de nosotros, pero tengan por seguro que saldré con la mano en alto".

Por su parte, Fury, que intentará arrebatarle el título al boxeador estadounidense, indicó que "él habla mucho, yo no, yo sólo sé hablar arriba del cuadrilátero y con mis puños le callaré la boca".

El sábado será la hora de la revancha de aquel combate de diciembre de 2018 que terminó en empate. Por cierto, desde esa fecha, ambos mantienen sus récords invictos.