La red abrazó a la pelota disparada por Lionel Vangioni desde el punto de penal y desató la fiesta de Monterrey, que comenzaba a acariciar definitivamente su quinto torneo de la Liga MX. En ese instante, Antonio Mohamed, comandante del barco de Los Rayados, se dejó llevar por la emoción, derramó para siempre lágrimas de promesa cumplida, con un rosario entre sus manos y sentado en el banco de suplentes.

No fue un título más para el Turco, que ya había sido campéon en México con Xolos y Ámérica. El técnico argentino, se dio el gran gusto de cumplirle la promesa a Faryd, su hijo fallecido en un accidente automovilístico durante el Mundial de Alemania 2006, que era fanático del Monterrey.

"Deben estar haciendo un banquete de felicidad ahí arriba", recordó el entrenador a su hijo y sus apdres, también fallecidos, en diálogo con Fox Sports, luego de recibir el trofeo de campeón.

En su segundo ciclo al frente de Monterrey, Mohamed consiguió el título que dos veces le había sido esquivo, ya que en la final del Clausura 2016 perdió ante Pachuca, mientras que en la definición del Apertura 2017, cayó frente a Tigres. Definitivamente, la tercera fue la vencida.