Los idas y vueltas en la contratación de Lucas Olaza con Talleres de Córdoba llevaron a Boca y al cuerpo técnico a tomar una difícil decisión a 48 horas de que se presente la lista de buena fe, con las modificaciones acordes al mercado de pases, este es el principal motivo de que el uruguayo espere a su oportunidad para el 2019, pero ¿qué pasó?

Resulta que la modificación de Boca Juniors está atada íntegramente a las salidas y compras de esta última parte, es decir que aquellos jugadores que están disponible y estuvieron en la primera lista, no podrán salir al menos que hayan sufrido una grave lesión que los margine. Cinco llegaron y cinco se fueron, pero un nombre clave, obligó a inscribir sólo cuatro refuerzos.

Con Walter Bou (Vitoria de Brasil), Junior Benítez (Argentinos Juniors), Gonzalo Maroni (Talleres), Guillermo Sara (Lanús) y Frank Fabra (rotura de ligamentos), los cupos fueron llenados acorde a las necesidades del entrenador. Mauro Zárate (se perfila como titular para el semestre), Esteban Andrada (Llega para pelearle el puesto a Rossi), Carlos Izquierdóz (debe estar en la lista para cumplir la fecha de suspensión) y Sebastián Villa (sorprendió y es primer cambio de Pavón) fueron los elegidos.

La última vacante ha sido la más disputada, entre la demora en el pase de Olaza y la gran recuperación que tuvo Darío Benedetto en las últimas semanas, tras arrastrar una lesión muscular, obligaron a Guillermo a tomar la decisión de inscribir al Pipa en lugar del lateral izquierdo, dejando a Emmanuel Mas como única variante en la zona.

Inmediatamente, Boca buscó la manera de lograr una plaza extra en CONMEBOL, pero el pedido fue negado de antemano por las autoridades sudamericanas y se tendrá que conformar con el plantel seleccionado.