Con la posibilidad de ganar Roma por novena vez y también cortar una racha de cuatro meses sin títulos, Rafael Nadal se jugaba todas sus fichas ante Tsitsipas. A sus 20 años, el griego ya lo había sorprendido y podía entrar en la historia como el tercer jugador que le ganaba al mallorquín en partidos consecutivos. Sin embargo, la experiencia predominó.

A pesar de que el retador daba pelea, y más aún con lo ocurrido la semana pasada sobre sus espaldas, Rafa no le dio lugar en ningún momento del juego a interponerse en su victoria. Es por eso que logrando quiebres en ambos parciales, el español liquidó el juego por 6-3 y 6-4, en 1 hora y 42 minutos de juego.

Ahora, la victoria, que podría ser récord en la capital de Italia, no sólo significaría el primer título del año, sino que además es apenas la segunda final a la que llega (perdió en la final de Australian Open ante Djokovic) y sólo disputó seis torneos por lesiones que lo afectaron en este comienzo de año.

Por ahora, la paciencia le permitió llegar a esta instancia sin ceder ningún set, y por delante podrá tener dos rivales de diferentes características. Por un lado, el número uno, Novak Djokovic, o el argentino Diego Schwartzman, que levantó en el último tiempo su nivel, en un terreno que le sienta bien.