El 2019 de los argentinos arrancó de manera sorpresiva con los protagonismos de Londero y Pella, pero todo estaba apuntado en el que se perfilaba como la raqueta número uno, ante una posible salida de Del Potro. Si bien alternó beunas y malas, el polvo de ladrillo siempre es bueno para los nuestros y en Roma, Diego Schwartzman volvió a dar que hablar.

Siendo uno de los sobrevivientes de la doble jornada de jueves por lluvia, el Peque se topaba con Kei Nishikori, un viejo conocido, pero que además se anteponía ante la chance de lograr su primer pase a semifinales de un Masters 1000. Sin embargo, sacó su buen rendimiento y no le dio chances al número 6 del mundo.

En poco menos de una hora y media, Schwartzman se quedó con el partido por 6-4 y 6-2, regalando algunas perlitas y sacandose una de las grandes mochilas que cargaba desde 2018, cuando se pudo poner entre los 15 mejores del mundo, aunque sin poder superar esta instancia.

Por delante, el argentino tendrá que enfrentar al ganador del duelo entre Juan Martín del Potro y Novak Djokovic, por un lugar en la final del torneo. Del otro lado de la llave, llegan Nadal y Tsitsipas, que reeditarán la semifinal de Madrid, de hace una semana, donde el greigo se quedó con el partido en tres parciales.