En su último discurso como presidente de la Argentina en el día previo a la asunción de Javier Milei, Alberto Fernández reconoció que su gestión no logró los objetivos que se propuso en materia económica y lamentó "no haber podido terminar con la grieta" que existe en la sociedad.

El cierre del mandato de Fernández deja un gusto amargo en el oficialismo ante la asunción de Milei, representante del liberalismo en la política argentina. Luego de unas elecciones marcadas por la voracidad de los ataques cruzados, el presidente lamentó "no haber podido terminar con la grieta que nos separa y nos enfrenta".

Sobre la economía

"He aprendido que para cerrar la grieta no hace falta someter al otro. No se trata de ver quien impone su relato. Lo que hace falta es caminar junto al otro. Aprender a profundizar los acuerdos y a minimizar las diferencias", agregó entonces.

Respecto a los resultados económicos tras cuatro años de gobierno, el presidente reconoció que no cumplió los objetivos establecidos "en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza", y responsabilizó al panorama global.

"Fue porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente", sostuvo, y remarcó "el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza".

Asimismo, defendió la creación del gasoducto que servirá para evitar una gran suma de gasto al Estado. "Gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5.000 millones de dólares para importar gas licuado. De aquí hasta el 2030 las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%", señaló.

El mensaje para Milei

A un día de la asunción de Milei, el presidente le pidió al próximo mandatario que respete los derechos de los trabajadores y evite un ajuste desmedido. "Con semejante escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar. Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen", insistió Fernández.