Ya lo había adelantado Ginés González García tiempo atrás: el pico de contagios de COVID-19 en nuestro país llegaría en la primera quincena de junio, por lo que los distritos más complicados (Ciudad y Provincia de Buenos Aires) intentan blindarse antes de que arribe.

En este contexto, Fernando Espinoza, intendente de La Matanza -el municipio más poblado del GBA- refuerza controles de cara a la fecha.

"Vamos a seguir trabajando unidos en forma responsable y con solidaridad porque los días más difíciles están por venir, por eso tenemos que reflexionar todos juntos y ver qué medidas tenemos que tomar", expresó en reunión con autoridades de Seguridad.

Junto al subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad nacional Luis Morales, el Comandante Mayor de Gendarmería Nacional Rubén Yavorski y el jefe de la Departamental de La Matanza, Walter Fernández Mamani, analizaron el trabajo que se viene realizando y buscaron mejoras para hacer.

Para el jefe comunal "no hay que relajarse con la cuarentena": "En ningún país del mundo se flexibiliza la cuarentena tan ampliamente hasta después de haber pasado el pico de contagios". La idea es reforzar los controles en las calles del distrito y en los límites con CABA, donde está la mayor cantidad de personas infectadas.

El control diario se realiza en las 17 ciudades de La Matanza, con operativos sobre la circulación peatonal y vehicular durante las 24 horas. A esto se le suma un seguimiento sanitario estricto de los los más de 10.000 matanceros que arribaron desde el exterior.

Según Espinoza, el análisis estadístico evidenciaría que La Matanza está muy por debajo de los contagios de la media nacional y de la media provincial.