Desde el 20 de marzo rige en la República Argentina el aislamiento social, preventivo y obligatorio con la finalidad de aplacar la curva de contagios por el coronavirus; es decir, a menor circulación y concentración de individuos, disminuyen las posibilidades de contagio.

Sin embargo, hubo casos de quienes decidieron no acatar la medida dispuesta por el gobierno, algunos de ellos de público conocimiento como el incumplimiento de Federico Llamas (27), surfer que fue detenido en la autopista Panamericana tras volver de Brasil; y el personal trainer Miguel Ángel Paz (40).

Tanto Llamas como Paz fueron procesados por la Justicia federal de San Isidro por infracción al artículo 205 del Código Penal, que sanciona con prisión de seis meses a dos años al que "violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia", de acuerdo al documento al que accedió la agencia Télam.

En ambos casos el el procesamiento no incluye prisión, es decir que el juez Lino Mirabelli ordenó que continúen en libertad aunque deberán informar si cambian de domicilio o si se ausentan por más de 72 horas del mismo.

El magistrado dispuso mantener el embargo por 500.000 pesos que en el caso de Llamas ya le había dictado un juez federal de Dolores, y trabar uno por 100.000 pesos para Paz.

Los casos

El 24 de marzo Llamas fue demorado en la autopista Panamericana, a la altura de Martínez, porque circulaba en una camioneta con tablas de surf en el techo. De acuerdo a lo que explicó a los medios y a los efectivos de la Prefectura Naval, volvía de vacaciones de Brasil -donde se encontraba con su novia canadiense- para cumplir con la cuarentena.

Tras su paso por el juzgado, se resolvió escoltarlo hasta su domicilio -ubicado en el barrio porteño de Flores (Fabre al 1100)-, para que se mantuviera allí y acatara el aislamiento obligatorio. Sin embargo, horas después las cámaras de seguridad captaron la huída de su vehículo.

Llamas se dirigió primero a la casa de su padre, en un country de la localidad bonaerense de Canning, y luego viajó hasta la vivienda de su madre, en la localidad balnearia de Ostende, donde lo denunciaron los vecinos. Allí fue abordado por la Policía y quedó unos días bajo arresto domiciliario.

Por su parte, el caso de Paz trascendió a los medios de comunicación tras su violento ataque al personal de seguridad de su edificio. El sábado 14 de marzo a las 21.10 horas, golpeó al vigilante de su domicilio, ubicado en Rosales 2793, Olivos, ya que éste lo denunció por cumplir la cuarentena.

Gustavo Granucci notificó el caso de Paz quien regresó de Estados Unidos y no cumplió con la cuarentena de catorce días, medida que el gobierno en coordinación con el Ministerio de Salud dictaron para que el virus no se propague.

Además, Paz fue procesado por otra causa federal, "lesiones y amenazas" por su accionar contra el empleado de seguridad, por la que estuvo con prisión domiciliaria algunos días, hasta que un juez de Garantías le otorgó la excarcelación.