La Ford Ranger que se produce en la planta de Pacheco recibió una actualización en varios aspectos con una ampliación de su gama. Su presentación oficial tuvo lugar en un evento para la prensa local e internacional en Mendoza.

En la renovada Ranger se destacan la nueva suspensión delantera, la incorporación de mayor tecnología semi autónoma, además del agregado de elementos para las versiones de entrada de gama.

Son un total de 17 variantes, con dos motores diésel y uno naftero, carrocerías de cabina simple y doble, y tracciones 4x2 y 4x4.

Desde el apartado del diseño, la nueva Ranger cuenta con una flamante parrilla trapezoidal con barras horizontales y un renovado paragolpes. La antena ahora se ubica en la parte trasera del techo y sirve como receptora de señal de GPS.

Como la nueva Ranger iniciará su comercialización en agosto, y aún quedan unidades del modelo anterior, Ford Argentina ofrecerá las pickups de este remanente con bonificaciones de hasta 200 mil pesos y diferentes opciones de financiación.

Una opción interesante para quienes buscan renovar su vehículo y que no necesariamente buscan la última opción en tecnología.

Para brindar una mayor seguridad, la marca del óvalo rediseñó los componentes de la suspensión delantera reposicionando la barra estabilizadora y mejorando parrilla y topes de suspensión y los amortiguadores.

Estos cambios se realizaron en función de cada versión, según su motorización y peso, para “optimizar el confort y la experiencia de manejo” detallaron desde Ford.

La versión tope de gama (Limited) agrega más tecnologías semiautónomas como el Frenado Autónomo de Emergencia, con detección de peatones y vehículos. Si el conductor no logra detener la pickup a tiempo, este sistema lo hace de manera automática.

En cuanto a seguridad, mantiene elementos como los controles de estabilidad, de tracción, de descenso, de balanceo de trailer, de carga adaptativo y antivuelco; asistente de partida en pendiente.

Por su parte, en todas las versiones de la nueva Ranger está disponible el sistema de dirección asistida eléctrica, que varía en función de la velocidad.

Mientras que la versión entrada de gama XL contará con cierre centralizado, una pantalla a color de 4,2” con conectividad Sync y control por voz para dispositivos, como así también un nuevo volante multifunción y un flamante tablero de instrumentos.

Desde la variante XLS suma una pantalla multitáctil de 8” con Sync 3, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. También añade la cámara de estacionamiento trasera y sensores traseros, un nuevo volante multifunción, climatizador automático digital bi-zona y un nuevo portón de carga con asistencia.

A partir de la XLT incorpora sensor de lluvia, un nuevo espejo retrovisor interior fotocromático y nuevas llantas de aleación de 17”, que pasan a ser de 18” en la tope de gama.

Con respecto a la mecánica, se mantienen las motorizaciones, aunque con ciertas modificaciones para la opción diésel menos potente. El motor Puma de 2.2 litros desarrolla ahora una potencia de 160 CV y un torque de 385 Nm, agregando 10 CV y 10 Nm más respecto al modelo anterior. Se asocia a una transmisión manual de 6 marchas.

El más potente de la gama es el diésel 3.2 litros de 5 cilindros que eroga 200 caballos de fuerza y un par máximo de 470 Nm. Este motor se acopla a una caja automática secuencia o manual, de seis velocidades en los dos casos.

La motorización naftera se compone con un propulsor Duratec de 2.5 litros, que entrega 166 CV y 225 Nm de torque, asociándose a una caja manual de 5 velocidades. Este motor es apto para instalar un equipo de GNC.