Boca vuelve a jugar la Copa Libertadores este jueves cuando visite a Libertad desde las 21.00, en medio de una polémica por los testeos y el viaje de los jugadores que se habían contagiado de coronavirus (COVID-19), quienes finalmente pudieron ingresar a Paraguay.

Lo cierto es que el Xeneize viajó el miércoles por la noche a Asunción, a excepción de Miguel Ángel Russo, quien se quedó en el país por tratarse de una persona considerada dentro del grupo de riesgo.

Al llegar a la capital paraguaya, la delegación de Boca fue recibida con pasacalles que cuestionaban el accionar del club y manifestaban su bronca por lo ocurrido con los test de PCR y la decisión de la Conmebol.

"No la tendrías que estar jugando. Bostero mafioso infectado", dice uno de los carteles, mientras que otros hacen alusión a las victorias de River sobre Boca de los últimos años: "Asunción, territorio Millonario. En Mendoza, en La Boca, en la Copa, en Europa".

Libertad quiere nuevos testeos

Luego de un primer comunicado en el que se oponían a que viajen jugadores contagiados apuntando duramente contra la Conmebol, Libertad volvió a manifestarse públicamente solicitando una nueva tanda de testeos para los futbolistas de Boca, a pesar que el equipo argentino informó que todos los integrantes de la delegación que viajaron dieron negativo.

"La transparencia y el fair play nos impulsan a realizar esta solicitud para despejar cualquier duda razonable que pueda surgir luego de todo lo acontecido", dice el escrito, en el que el club se ofrece a pagar las pruebas.

Además, la carta critica al Ministerio de Salud de Paraguay acusándolo de "violar los protocolos oficiales vigentes", y dispara contra la Conmebol: "Reiteramos nuestro repudio absoluto a la posición asumida por Conmebol, que pretendió violar sus propios protocolos de reanudación segura de las competiciones, mediante interpretaciones desacertadas e interesadas de sus propias normas".