"No quiero frustrar el espectáculo de la Copa América, pero quiero que seamos sensatos, muy cuidadosos. Tenemos un tiempo por delante como para ver cómo evolucionan las cosas". Con estas declaraciones, el presidente Alberto Fernández puso sobre la mesa la posibilidad de que, ante el incremento de contagios registrado en ambos países, se suspendiera la competencia continental prevista para realizarse en Argentina y Colombia entre el 13 de junio y el 10 de julio próximo.

Sus palabras hicieron ruido en aquel país, donde, rápidamente, salieron a despejar las dudas planteadas por el mandatario.

"La Copa América sigue en pie como está planteada desde el principio, Argentina-Colombia", afirmó el ministro de Deportes de Colombia, Ernesto Lucena. El funcionario consideró "sensato" el análisis de Fernández, pero remarcó que "tal como la ha reiterado el presidente de Conmebol (Alejandro Domínguez), la Copa va con o sin público". Además, subrayó que "no está contemplado" que Colombia realice el torneo sin Argentina.

A principios de marzo, Lucena planteó la posibilidad de que la Copa se jugara con un aforo del 30% en los estadios colombianos, que no albergan aficionados para el torneo local desde marzo del año pasado.

En las últimas semanas, Colombia aplicó nuevas restricciones para frenar el avance de la pandemia, algo que la Argentina también hizo en las últimas horas.