Más allá de lo ocurrido dentro del campo de juego, la infracción de Marcelo Gallardo en Porto Alegre despertó un cierto control hacia el cuerpo técnico de River Plate en su accionar como visitante, y para evitar que se vuelva a burlar a la seguridad de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

A eso se le sumó el pedido explicitó de que los clubes no puedan decorar el vestuario visitante con banderas, carteles y tirantes, por la "incitación a la violencia" que eso podría generar. Esto surgió luego de que un dirigente de Boca había asegurado que varios hinchas se sintieron molestos por permitir al Millonario cubrir el azul y amarillo, con rojo y blanco.

El día del partido, estos detalles no fueron librados al azar, pero se levantó un fuerte revuelo. A través de las redes sociales, se viralizó una imagen en la que se ven a más de cinco efectivos de la Policía de la Ciudad revisando los baúles de ropa de River. Según detallaron, buscaban dispositivos de comunicación y algún artículo de decoración.

Ante el fuerte debate, Horacio Rodríguez Larreta salió a aclarar la situación: "Fue mal interpretado lo que ocurrió. Creo que hay un acta que fue firmada por los dos clubes y que también avala la Conmebol que dice que en el vestuario no hay que poner ornamentación o decoración", aseguró en A24.

Por otro lado agregó: "Si alguno se sintió sensibilizado con eso, pido disculpas, porque no es lo que queremos". Pese a esto, el el ministro de Justicia porteño, Martín Ocampo se sumó a la polémica y aseguró que la misma inspección se llevará adelante en el Monumental, para los utileros de Boca Juniors.