Reflejo de la tensa relación que existe actualmente entre Washington y Pekín, el gobierno de China nombró a Li Shangfu, integrante de la lista negra de Estados Unidos acusado de comprar armas a Rusia, como ministro de Defensa.

El viernes pasado, Xi Jinping obtuvo la renovación de su mandato por un total de cinco años -2023 a 2028- con 2952 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención en la Asamblea Nacional Popular (ANP), y perpetuó así su poder gracias a la enmienda aprobada en 2018, la cual eliminó el límite de dos mandatos consecutivos para presidentes. Además, en octubre pasado fue reelecto como secretario general y jefe del Ejército con un control pleno del Partido Comunista (PCCh) en el parlamento.

Con este escenario, Xi nombró a Li, su mano derecha, como ministro de Defensa en una acción que repercute indudablemente en su relación con Estados Unidos. Fue en 2018, cuando dirigía la empresa Equipment Development Department (EDD), que el nuevo ministro recibió una sanción por parte del gobierno estadounidense por la compra de armamento a la empresa rusa Rosoboronexport.

En aquel episodio, el secretario de Estado Mike Pompeo anunció la medida y detalló la compra de aviones de combate Su-35 en 2017 y equipos para sistemas de proyectiles antiaéreos S-400 un año más tarde. Por su parte, desde la empresa justificaron la acción aduciendo que Rusia “es un socio de cooperación estratégico” de Beijing.

La elección del ministro de Defensa se da en medio de una fuerte tensión en las relaciones diplomáticas debido al reciente derribo de un globo chino en las costas de California, el cual según el gobierno chino realizaba estudios meteorológicos, mientras que desde la Casa Blanca aseguraron que recolectaba información.