Silvina Luna estuvo de invitada en el piso de LAM y contó cómo vive su momento de salud y las dificultades que padece mientras espera el trasplante de riñón. En el inicio de la charla que se mantuvo en formato mano a mano, la actriz comenzó desmitificando que necesita de manera urgente un riñón para seguir viviendo y aclaró que esto no es verdad. 

"Estoy atravesando un momento muy critico en mi vida, un proceso bastante profundo, donde intento estar bien pero son muchas cosas las que me están pasando, Y bueno las transito como puedo", arrancó contando. 

Al tiempo que aclaró: " Se ha hablado mucho de que necesitaba un trasplante urgente, y no es así. Ahora tengo que esperar primero, solucionar un tema que también tengo de salud, desde hace un año que tengo una bacteria, y hasta que no se resuelva lo de esa bacteria, no me puedo trasplantar", comentó. 

Luego habló sobre la rapidez con la que su salud empeoró como consecuencia de los tratamientos estéticos que se realizó hace 13 años atrás: "Nunca pensé que iba a ser tan pronto. Yo ya venía con problemas en mis riñones y mi rutina era ir cada dos semanas y realizarme un laboratorio, antes de pasar a diálisis y tenía esa hipercalcemia, que cada tanto me tenía que internar para bajar el valor", relato mientras que remarcó que se mantuvo con esa rutina los últimos diez años. 

"Yo ya lo tenía incorporado, pero bueno tomé corticoides hasta ahora, y bueno eso fue antes de que me diagnosticaran, estuve un mes internada y de repente me dijeron que, tras muchos estudios que me hicieron y una biopsia, de riñón y me salió que mis riñones estaban calcificados, los dos y que tenía que entrar en diálisis", explicó visiblemente emocionada. 

"Al principio lo vivía con mucha tristeza y hay momentos de aceptación y hay momentos en donde me despierto y digo: `no, estoy viviendo una pesadilla`", reconoció. 

Asimismo contó que su hermano es un pilar muy importante en este proceso: "Mi hermano es fundamental y mis amigos también están siempre. Disfruto de eso, cuando me siento bien y pueda ir a tomar un café, que no sienta dolor", remarcó. 

También agradeció a sus amigas y las personas que la acompañan en este proceso: "Les pido a mis amigas que vengan a casa para compartir momentos porque no puedo salir, pero el amor y creer, esos días que no puedo más... decir 'tengo fe' y visualizo que voy a estar trasplantada y volver a recuperar mi vida. Voy a recuperarla, pero no va a ser la misma", reconoció.  

Y ya para cerrar habló de sus proyectos a futuro y la posibilidad de ser mamá: Los años pasaron y es uno de los deseos que se me despertó de más grande. Siempre fui media Susanita, pero en las relaciones no pasó. A veces sueño que cuando me trasplante pueda tener un bebé o adoptar un niño y devolver ese amor que me dan a mí a alguien", concluyó.