La investigación por la desaparición de Cecilia Strzyzowski sumó un nuevo capítulo este sábado tras el hallazgo de una mochila quemada y manchas de sangre en la casa de los Sena, mientras que en la calle recientemente asfaltada, gendarmería con el equipo de georradar no detectó anomalías.

Una de las líneas de investigación del caso Cecilia indicaba que su cuerpo podría haber sido enterrado bajo una calle en el barrio Emerenciano, la cual fue asfaltada dos días después de la desaparición y, según vecinos, los procedimientos se realizaron de noche, en un horario extraño para las obras. Sin embargo, aquella pista perdió relevancia esta tarde tras la búsqueda con georradar de datos por parte de la Unidad de criminalística de la Agrupación de Chaco de Gendarmería Nacional (GNA) que dio resultado negativo.

Anteriormente, el encargado de la obra fue citado a declarar, llevó los planos y aseguró que la pavimentación no fue espontánea, sino que fue planificada por la Dirección de Vialidad de Resistencia con anterioridad.

No obstante, en la casa de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, el resultado fue distinto. Allí, la GNA encontró una mochila quemada y rastros de sangre que serán analizados por especialistas. Además, secuestraron también teléfonos celulares y cuchillas utilizadas para faenar animales, las cuales serán peritadas para intentar determinar si existen restos orgánicos.

La prueba de luminol con la que se detectaron múltiples manchas de sangre tuvo lugar en la habitación en donde Acuña declaró haber visto "un bulto gris" similar a "una bolsa de boxeo". "No prendí la luz, había como un reflejo que venía de la ventana y, al mirar del lado derecho de la habitación, vi un bulto marrón, gris, no podría definir bien el color, todo cerrado, similar a una bolsa de boxeo, del tamaño, pero también se me hizo que era un cuerpo, salí asustada de ahí, no definía lo que había visto, no estaba segura", explicó en su testimonio.