Conscientes del avance del virus COVID 19 en la Argentina, y previendo que el conurbano bonaerense puede ser un foco difícil de controlar si el virus llega a los barrios más humildes, algunos municipios empezaron a tomar medidas preventorias.

En algunos partidos del conurbano por temor a que se les desborde la situación del coronavirus ya circulan las patrullas municipales en conjunto a la Gendarmería y la Policía de la Provincia para intentar hacer cumplir de forma más efectiva la Cuarentena Obligatoria dictada por el Gobierno Nacional.

Otros, han ido un poco más allá y optaron cerrar el accesos a sus territorios con barricadas de vallas o muros de tierra como San Vicente, Ezeiza o Lomas de Zamora.

En Tigre, además de los retenes en sus múltiples accesos, tanto por vía fluvial como terrestre, prepararon un centro de aislamiento con 500 camas, para poder internar pacientes con patologías leves en el caso de que haya una demanda de atención médica que exceda las posibilidades del sistema de salud. Si el brote llegara a ser mayor a lo esperado, se puede duplicar la cantidad de camas.

De los 301 casos confirmados en el país, 72 se registraron en la Provincia de Buenos Aires. En Tigre hay 7 casos confirmados de contagio y una docena están en testeo.