En la final del Masters 1000 de Miami, Daniil Medvédev superó por 7-5, 6-3 a Jannik Sinner en una hora y 35 minutos y consiguió así su cuarto título en el año -contando los obtenidos en Rotterdam, Doha y Dubai-.

A tres semanas de perder la final de Indian Wells ante Carlos Alcaraz por 6-3 y 6-2, Medvedev se redimió con un imponente triunfo ante Sinner, sorpresa del certamen por eliminar al primero del ranking ATP en semifinales el viernes pasado.

El cansancio posterior a la hazaña en el partido del viernes, el cual duró 3 horas, dejó consecuencias notables en el nivel del tenista italiano, quien no pudo mostrar la misma energía en la final. Así, Medvedev aprovechó los agujeros de su rival, y ganó sus primeros 12 puntos en su servicio.

El ruso fue de menor a mayor y, tras una ajustada victoria por 7-6 en el primer set, comenzó a vapulear a su oponente en los puntos posteriores, consiguiendo un 6-3. Por su lado, Sinner adujo una reciente enfermedad al referirse a su nivel. "Me levanté esta mañana y no estaba en mi mejor momento, un poco enfermo", explicó, aunque luego admitió que "desafortunadamente no jugué bien".

Por su lado, Medvedev comentó que "ha sido un partido muy duro, en el día más caluroso del torneo. No sé si Jannik tenía una lesión o calambres. Las condiciones eran complicadas, me costaba, pero no quería mostrarlo". La sensación térmica al momento del partido llegó hasta los 33 grados.

Asimismo, el tenista ruso puntualizó en la importancia del torneo. "No ganaba un torneo tan grande desde hace un año y medio, estaba temblando un poco. No me da miedo ganar, pero las manos se ponen un poco nerviosas y cuesta más sacar. He podido recomponerme y cerrar el partido", enfatizó.

El tropiezo del domingo pasado, en el que Alcaraz mostró un nivel avasallante y castigó sin piedad a su rival, fue la única derrota de Medvedev en 2023, ya que hasta el momento es el líder en victorias -29- y jugó cinco finales consecutivas.