El 28 de septiembre, el termómetro del lago Tefé de Brasil alcanzó un alarmante pico de 39.1 grados centígrados. Ese día, se encontraron muertos 70 delfines y tucuxis en sus aguas, pero desde mediados de ese mes hasta la fecha, el recuento de decesos ascendió a 154.
De estos, 131 pertenecen a la especie amenazada de delfín rosado, que fue incluida en la lista de especies en peligro en 2018 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y 23 son tucuxis, que comparten la misma clasificación desde 2020.
Para abordar esta crisis, el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad y el Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá lanzó una "Operación de Emergencia para Rescatar Delfines en Tefé” para resolver las causas de estas muertes y buscar nuevas soluciones.
Dada la magnitud de esta emergencia, más de 50 especialistas de todo el mundo se unieron a la iniciativa. Entre ellos, destacan figuras como Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino, y Lorenzo von Fersen, biólogo y presidente de la ONG internacional Yaqu Pacha.
La temperatura extrema del agua es un gran problema, ya que oscila entre 29 y 38 grados, lo que es peligroso para los cetáceos. Se realizaron pruebas en 17 delfines, pero no se encontró evidencia de enfermedades infecciosas como causa principal. Además, se descartaron varios agentes infecciosos comunes.