Una joven de 19 años falleció en la ciudad de Évry-Courcouronnes, Francia tras presentar severos síntomas de coronavirus y no haber sido asistida por emergencias médicas.

Aunque su familia se comunicó más de tres veces para solicitar una ambulancia los doctores le recomendaban que se quede en su casa y tomar paracetamol.

Según su familia, el primer llamado fue el viernes 30 de abril pero los médicos subestimaron los síntomas de la joven. Volvieron a llamar el sábado y recibieron la misma respuesta.

El servicio de emergencias médicas recién acudió a su domicilio dos días después cuando ya no había nada por hacer. La chica falleció por una deficiencia pulmonar en la madrugada del domingo 2 de mayo.

Tras su muerte, la familia de la joven presentó una denuncia policial alegando que llamaron reiteradas veces a emergencias pero subestimaron los severos los síntomas que presentaba: problemas respiratorios, náuseas y fiebre. Incluso llegó a vomitar sangre porque su cuadro de salud había empeorado.

Los familiares de la víctima manifestaron al medio local Le Parisien: "Podrían haberle revisado la respiración y oxigenado si fuera necesario", lamentaron y agregaron: "Hay una llamada de auxilio, pero nadie la ayudó. Le puede pasar a cualquiera. ¿Es por falta de recursos? ¿El miedo a intervenir en el Covid? Es imperdonable. Puede estar cansado, harto de intervenir, pero no puede estar en urgencias y hacer su trabajo a medias", expresaron.