grises
'La era del Rivotril' es el primer corte difusión de 'Hombrecito', ¿creen que estamos sedados como sociedad?
Siempre pensé que salir de una caverna implica desconocer todas las demás. No creo que haya verdades absolutas y cualquier posicionamiento ideológico es siempre contextual e implica desconocer o descreer otras posturas. Que no se malinterprete, por supuesto creo indispensable tener la propia ideología, de hecho la tengo, pero a la vez no puedo dejar de ignorar el hecho de que no existen las cargas positivas o las cargas negativas, todo deambula entre distintos matices del gris. Todo "lo bueno" paga su precio en "lo malo" y viceversa.
Sí creo que estamos sedados como sociedad, pero a la vez tampoco puedo proponer nada mejor. Porque inmediatamente me cuestiono: ¿qué sería no estar sedado? ¿Ser productivos? ¿En lugar de mirar una serie a la noche leer poesía? ¿Enarbolar las banderas de la rebeldía anti sistema? ¿Estar en comunicación plena de cuerpo y espíritu? Siento que es difícil habitar este planeta, nuestros cuerpos, nuestra noción de mortalidad. Lo que sea que hagamos para atravesar, creo que está bien. Siempre hemos estado sedados de alguna manera, o al menos lo hemos estado buscando, y no creo que haya una gran verdad escondida atrás del telón. Entretener para no morir. Lo que para algunos significa estar despierto puede significar estar dormido para otros.
Por otro lado, teniendo en cuenta esta falta de parámetro, es importante, para mi, plantarse en una postura a modo de amuleto y defenderla, incluso sabiendo que tu verdad no es única ni verdadera. Aquellos poderes que controlan al mundo y nos mantienen sedados no dejan de ser humanos bajo la misma premisa que nosotros: supervivencia. Está claro que sus ideas de supervivencia distan de nuestras verdades, llegando a repugnarnos por completo, pero siguen siendo parte de la misma pequeña humanidad. Los organismos de control han existido desde el cavernícola que descubrió cómo hacer fuego, quedará en cada uno rebelarnos, adaptarnos o bien guardar en cajitas lo que es sagrado, en un lugar inalcanzable para los titiriteros e intentar hacer lo mejor posible con las herramientas que nuestros contextos nos han dado; cuidar al otro y dejarse cuidar, aun mientras el mundo esté en llamas.