El campeonato para Boca había empezado de manera irregular. Algunas victorias frente a Quilmes, Temperley y Sarmiento habían sido contundentes, pero necesitaban pasar una prueba fuerte.

En la fecha 11 disputó el primer partido de la seguidilla de clásicos que incluían: San Lorenzo-River-Racing. Fue victoria por 2 a 1 ante el "Ciclón" y en el Nuevo Gasómetro.

Aquel día, Benedetto había puesto en ventaja al conjunto de Guillermo, pero luego se retiró lesionado. Entró Bou y le dio el 2 a 0. Belluschi, sobre el final del primer tiempo, descontó para darle esperanza en el segundo tiempo al equipo de Aguirre. Sin embargo, la victoria se quedó del lado Xeneize.

Uno de los partidos más festejados por todos los hinchas xeneizes. En el Monumental, Boca se llevó un triunfazo con un Tévez en el mejor partido de su vuelta.

El Apache fue autor de dos goles para dar vuelta el resultado. Primero, Bou seguía de racha con otro gol importante para el 1 a 0. Sin embargo, River lo dio vuelta en el primer tiempo gracias a las conquistas de Driussi y Alario.

En la segunda parte, Tévez convirtió el segundo (con complicidad de Batalla) y el tercero (un verdadero golazo) para darle la ventaja al Xeneize, que cerró la goleada con un gol de Centurión sobre el final.

En el comienzo de la segunda parte del torneo, Boca dejaba más dudas que certezas en cuanto al rendimiento y, en algunos partidos, lo salvó la presencia goleadora de un hombre que fue fundamental en la consagración: Darío Benedetto.

El delantero cumplió con la ley del ex y convertía frente a su ex club para darle la victoria cuando parecía que el equipo de Sebastián Beccacece daba el golpe y le sacaba puntos a Boca.

Uno de los rendimientos más altos de Boca en el torneo. En Liniers, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto se quedó con un buen triunfo por 3 a 1 ante Vélez por los goles de Benedetto, Peruzzi y Pavón, mientras que Maximiliano Romero había hecho el descuento.

Una gran lección de fútbol del club de la Ribera que durante los primeros 45 minutos dominó a un equipo de De Felippe pálido y sin rumbo. En la segunda parte, pudo haber ampliado la ventaja, pero se confío y tuvo su sobresalto con el descuento, aunque Pavón cerró la goleada.

La derrota frente a River en la fecha anterior había dejado varias dudas en el plantel. Sin embargo, el equipo Xeneize se supo reponer y en esta situación límite superó una prueba de carácter que lo volvía a poner a tiro del título.

Como local, superó a quien era uno de sus perseguidores, Newell's, por 1 a 0 con gol de Benedetto, tras pase de Wilmar Barrios, quien a partir de ese partido no perdería más la titularidad.

Las últimas fechas consolidaron a Boca. ¿Por qué? Porque ante la necesidad de demostrar que estaba para campeón, el Xeneize cumplió. Si bien es cierto que tuvo ciertos tropiezos en el torneo, también cumplió en los partidos importantes. Tal fue el caso ante Independiente.

También de local, el Xeneize debía dar un paso importante para el título después de la derrota de su escolta, River, ante San Lorenzo. Boca demostró su chapa de puntero y jugó, quizás, el mejor partido del torneo ante un equipo que estaba invicto desde la llegada de su nuevo entrenador, Ariel Holan.

Fue 3 a 0 gracias a las dos conquistas de Benedetto y Junior Benítez y el equipo de Guillermo respiraba y se alejaba.

Era el partido a ganar para sellar prácticamente el campeonato. Y lo hizo con creces. Victoria y goleada en Mar del Plata ante Aldosivi por 4 a 0 para sacarle cinco puntos de ventaja a su escolta, Banfield.

Los goles de Pavón, Centurión, Gago (de penal) y Silva acercaban a Boca al título, que finalmente llegó con la victoria de San Lorenzo el pasado martes 20 de junio ante el Taladro.