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Acá tenés los pibes: militar, discutir, ganar

La militancia jugará un papel central en los próximos meses para convencer a los indecisos e impulsar así a su candidato a la presidencia.

Acá tenés los pibes: militar, discutir, ganar

2019 no será un año más para nadie: ni para dirigentes, para personas de a pie, empresarios, pero tampoco lo será para los militantes de los partidos políticos que lucharán por la presidencia. 

En una elección que se plantea reñida entre Crisitna Kirchner y Mauricio Macri -la batalla final, dicen algunos- convencer a otros va a ser clave para arañar los votos necesarios y lograr la victoria. Y aunque los dos candidatos estén erosionados, a la juventud militante nadie la saca de la calle. 

¿Pero cómo se organizan tres fuerzas militantes -el Frente de Izquierda, el PRO y La Cámpora- de cara a octubre? Diferentes pero parecidos, los tres partidos planean utilizar la elección para discutir ideas. 

Desde el PRO y con la estrategia duranbarbiana utilizan el término 'microconversaciones' para explicar el tipo de relación que quieren tener desde la Juventud PRO que preside Camila Crescimbeni. Para explicarlo utilizan situaciones concretas como el timbreo -desaparecido hace unos meses-, donde cada funcionario o militante escucha de la propia boca del votante o el programa Acá Estamos.

¿Pero es lo mismo un timbreo en año par que impar? En esto coinciden las tres fuerzas a pesar de las diferencias entre los mecanismos de escucha: si bien siempre está la idea de convencer a alguien para que vote al partido y todo se nacionaliza, no se deja de lado las preocupaciones particulares de una persona que frena en una mesa o abre la puerta en un timbreo. 

Desde La Cámpora explican que si bien hay temas transversales a partir de una elección que va a influir en la vida de todos, en cada Comuna y cada barrio los militantes tienen el termómetro de lo que pasa y el objetivo superior -octubre y noviembre- no les impide no discutir temas locales.

En el Frente de Izquierda, mientras tanto, sostienen que las elecciones se utilizan para discutir ideas propias que tiene el partido, más allá del proselitismo. "Somos el único partido que no pelea por llegar al gobierno para hacer las cosas igual, solo nosotros impulsamos una transformación real". 

A pesar de eso destacan que las mesas en las esquinas siempre están. ¿Por qué? Porque permiten "discutir más política". El objetivo de una mesa es conversar con un votante, hacerle llegar las ideas y, si se logra convencerlo, mejor. Además, también se vende Prensa Obrera.

Militar en terreno hostil

Se sabe que la Ciudad de Buenos Aires es un terreno históricamente hostil para el kirchnerismo, principalmente por ser la plataforma de la que luego despegó Macri hacia a la Nación. 

No obstante, consideran que hoy "el presidente es un salvavidas de plomo para la candidatura de Rodríguez Larreta" sumado a los 12 años de gestión porteña del PRO. En ese sentido, lo que reina es todo lo contrario al desánimo y está latente la posibilidad de recuperar los "valores progresistas de CABA". 

En el PRO insisten en la idea de luchar contra "la resignación y el miedo" de sus propios militantes ante la crisis económica y de los que fueron votantes y hoy están desencantados. Incluso en el conurbano bonaerense, donde Cristina Kirchner se hace muy fuerte.

El Frente de Izquierda insiste que es allí donde debate las ideas y deja un dato de color: la mesa de Santa Fe y Uriburu -pleno barrio de Recoleta- tiene mucho éxito. 

Unir fuerzas

Ya sea por el propio origen de una coalición, como Cambiemos, o a partir de la idea de juntarse para sumar, que las agrupaciones militantes trabajan en conjunto con otras. 

En Cambiemos, entre el PRO y la Unión Cívica Radical se da a partir de la discusión de ideas. Explicaron que la experiencia y la propia idiosincracia del centenario partido le otorga una marca distintiva a la militancia. 

En el kirchnerismo sostienen algo parecido: todas las actividades que se realizan a nivel distrital, comunal o barrial, se hacen con otras organizaciones.

La fuerza de la juventud

Las tres agrupaciones militantes aceptan que impulsan 'desde abajo' transformaciones que los dirigentes a veces olvidan: en el PRO el primer tema que sale es el aborto u otras cuestiones de género, postergadas por la gran mayoría de dirigentes de Cambiemos con tradición conservadora. 

El Frente de Izquierda con el control de la FUBA, pero antes también, impulsa desde las universidades y espacios militantes debates que quedan postergados a veces por dirigentes. No obstante, el FIT es de unas de las pocas fuerzas donde sus integrantes manejan mayor "coherencia" o coincidencia en temas centrales, reconocido por ejemplo por Graciela Camaño durante el debate por el aborto. 

La Cámpora por su parte, destaca haber surgido al calor de los temas de mayor sensibilidad que tocó el kirchnerismo y de acompañar siempre a Cristina: pelea con el campo, muerte de Néstor Kirchner, Ley de Medios. Incluso toman la definición de Sandra Russo: fuerza propia. 

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