Ante la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus todos los sitios deportivos, en donde suelen reunirse muchas personas, fueron cerrados para evitar la propagación del COVID-19. Sin embargo, tras tres meses de cuarentena, los dueños de los distintos establecimientos ya han mostrado su descontento por no ser una actividad prioritaria en la desescalada.

"Lamentablemente este es un país que no ayuda a las pymes para nada. No tiene soporte para emprendedores ni jóvenes que laburan, no hay ayuda. Nadie piensa en nosotros y en los gimnasios puntualmente menos que menos. Nos ven como un lugar de entretenimiento y ocio en vez de vernos como un agente de salud que hace que la gente se sienta más feliz, baje de peso, gaste menos en hospitales. Nos dejan para lo último", dijo Esteban Dietz, Director de Funcional Gym, a Filo.News.

Llevamos 97 días de confinamiento y si bien en algunas provincias ya liberaron varias de sus actividades hay algunos puntos, como la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, donde el mundo fitness está atravesando un momento crítico porque clubes de barrio, natatorios y todos los establecimientos cuyos espacios están destinados a la realización de distintas actividades físicas llevan más de tres meses cerrados (y contando...).

En Argentina hay más de 8000 gimnasios distribuidos a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, que albergan cerca de 180.000 empleados que cobran un sueldo, lo hacen en la informalidad o son monotributistas. Todos ellos pequeñas y medianas empresas con cero fondos de contingencias desde el punto de vista financiero que si no tienen ingresos no pueden subsistir demasiado tiempo.

El Gobierno nacional creó el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción a través del cual las pymes podrán postergar el vencimiento en el pago de contribuciones patronales, prorrogar declaraciones juradas y compensar una parte del salario de los trabajadores que va de $6000 a $10.000. 

Aún así Fernando Storchi, presidente de la Cámara de Gimnasios de la Argentina, detalló: "Ya tenemos noticias de que 400 (gimnasios) no van a volver a abrir. Es alrededor de un 5%". Y este número no es el definitivo, la cifra final la tendrán cuando se normalice la situación. 

Del total de gimnasios en el país, "el 30 o 40% están en el AMBA", dónde está la mayor preocupación por parte de la Cámara. 

El que no se reinventa pierde

Muchos comerciantes optaron por alquilar o vender material de entrenamiento como bicis de spinning, cintas para caminar o correr, colchonetas, pesas, mancuernas y todos los elementos de fácil traslado para hacer algo de caja y afrontar algunos de los gastos. Por ejemplo desde la cadena Meglatlon ofrecieron bicis a un tercio del valor de una nueva ($120.000 aproximadamente) y las alquilaron a un 10% de ese valor. La demanda fue tal que el stock se agotó rápidamente. 

A su vez la mayoría de los establecimientos ofrecieron durante todo este tiempo abonos a clases virtuales para subsistir. Pablo Roa, entrenador de Kick boxing & Muay Thai, en diálogo con Filo.News, sostuvo que no solo entrena a sus alumnos por Zoom y vende material por Internet para que todos puedan entrenar en sus casas sino que además hizo rifas que vendió a sus contactos y fabricó indumentaria con la imagen de su escuela ubicada en el "Complejo Polideportivo Las Malvinas" Club Argentinos Juniors.

Alamiro Vaporaki, jugador de futsal y uno de los creadores y directores del Centro de futsal Vaporaki contó a este medio su experiencia con la escuela: "Tuvimos que adaptarnos para brindar el servicio bajo otra modalidad: la virutal. Tuvimos que aprender a dar clases online y animarnos a usar otros recursos que antes no nos hacían falta. Tuvimos que redoblar el esfuerzo, armar una nueva planificación de trabajo y diseñar entrenamientos teóricos".

"No lo veo como un cierre del Centro sino como una adaptación a brindar el servicio bajo otra modalidad. Por ahora estos meses lo vamos llevando bien y ponemos todo el esfuerzo por brindar un servicio de calidad. Pudimos mantener la estructura gracias al aporte de los alumnos. Nunca recibimos ayuda del Gobierno", explicó Vaporaki.

Si de adaptarse se trata el Club Cultural y Deportivo 17 de Agosto -en Villa Pueyrredón- donde planeaba jugar Alamiro este año, cerró las puertas a las actividades deportivas en marzo y las abrió para otro emprendimiento: en plena pandemia se convirtió momentáneamente en una verdulería manejada por varios empleados del club para no tener que bajar la persiana. 

Nueva modalidad de entrenamiento

El mundo fitness, los gimnasios y clubes contribuyen al bienestar físico y psíquico de la población (fundamental en tiempos de aislamiento). Tienen un rol muy importante como agentes de salud: la actividad física fortalece el sistema inmunológico, aumenta la capacidad metabólica para dar respuesta a enfermedades respiratorias como los coronavirus y reduce los niveles de estrés. 

Los usuarios no solo asistían a los establecimientos a hacer ejercicio físico sino que era un combo que venía con un lugar para la socialización, para encontrarse con personas y hacer amigos. Y muchos de los profesores tienen en cuenta esto a la hora de planificar los entrenamientos: el foco no está  puesto en el trabajo físico sino es que los usuarios cumplan con la rutina del día, tengan apoyo moral, compañía durante el entrenamiento, motivación. Más diversión y menos presión. 

Nicolás Piqué, entrenador del Centro de futsal Vaporaki cuenta a Filo.News: "El entrenamiento que se les da a todes les alumnes ahora es distinto al que hacíamos antes de la pandemia. En este momento buscamos que la escuela sea un lugar de esparcimiento y de encuentro social, más allá de lo físico. El objetivo no es que salgan del confinamiento siendo mejores jugadores ni atletas, sino que mientras están en sus casas tengan ganas de conectarse para jugar un rato con sus amigues y de paso mover un poco el cuerpo".

"En conjunto con la profe Daniela Bricchi entrenamos a un grupo de niñas de entre 8 y 13 años. Nos encontramos dos días a la semana y en ese tiempo no solo entrenamos físicamente y pulimos la técnica específica de futsal sino que nos divertimos. Estamos buscando constantemente cosas nuevas para incorporar a nuestras clases. Sacamos recursos del teatro, la expresión corporal, y sobre todo de nuestra imaginación para seguir generando entusiasmo en las niñas y no pierdan la motivación", explica. 

Lo mismo planteó Julieta Puente, periodista, conductora y runner que bajo ese paradigma creó el "Cardio de la felicidad" que en pocos días se convirtió en un éxito en las redes sociales. 

"Se viralizó rapidísimo al principio no lo podía creer. El primer día fue en marzo, una clase que hice a través de la cuenta de Under Armour que es la marca que me auspicia. Ellos me pidieron que lo haga. Después lo seguí haciendo en mi Instagram. Al primer vivo se sumaron quinientas personas, al segundo 1000 y con el correr de las semanas llegué a tener 22.000 en vivo", detalló a Filo.News Julieta. 

"Fue una bola que no pude frenar y que me obligó a comprometerme con la causa. Dije ‘bueno la gente en este momento difícil necesita esa ayuda, necesita esa motivación extra y esa compañía para entrenar’ así que lo que empezó siendo una vez por semana después pasó a ser dos y ya hoy hay días y horarios fijos", contó la protagonista. 

"Al principio no tenía nombre era ‘bueno hoy hago una clase sumensé’ y después un día en chiste -viste que podés activar los recordatorios en las historias de Instagram para que a la gente le salte a la hora que vos lo pusiste- lo nombré ‘cardio de la felicidad’ porque los mensajes que recibía sobre los vivos tenían que ver con ‘estoy feliz’; ‘me siento feliz haciéndolo’ y yo ya lo llamaba ‘cardio’ así que le agregué ‘de la felicidad’ y al toque todo el mundo empezó a llamarlo así y listo quedó y ahora estoy registrando la marca", continuó la influencer. que cuenta con más de 363 mil seguidores.

"El cardio de la felicidad tiene que ver más con entrenar de una manera distinta: sin sentirse presionado. La idea es divertirse y moverse por gusto y placer y olvidarse de los problemas", allí está la clave del éxito según la estudiante de personal trainer. 

Cambio en el modelo de negocio

En todo este tiempo muchas personas se han acostumbrado al entrenamiento virtual: les resulta más cómodo y placentero, pierden menos tiempo porque no tienen que trasladarse a ningún lado -y hasta más económico si necesitaban usar transporte- y los que son padres no tienen que preocuparse por si los chicos quedan solos en la casa o no.  

Esto significa que todos los profesionales del mundo fitness y de la actividad física entienden que las clases virtuales vinieron para quedarse más allá de la cuarentena: "Las clases por Zoom van a ser un producto más de nuestra carta de ofrecimiento a los clientes. De hecho las vamos a profesionalizar más todavía. Vamos a armar un estudio de grabación en uno de los gimnasios -con computadora, micrófonos, cámaras- y vamos a hacer transmisión de clases desde allí", dijo Esteban Dietz, Director de Funcional Gym, a Filo.News.

"Nosotros veníamos con una idea de cambio desde fines del año pasado y esta pandemia lo que nos hizo fue acelerar el cambio, nos dio una patadita. Teníamos 11 gimnasios y ahora cerramos 7. No los vamos a volver a abrir. Pero no por la pandemia sino por la situación del país. Ya desde el año pasado que no quería seguir abriendo gimnasios acá porque las condiciones no están dadas para que quien quiera poner el gimnasio pueda recuperar el dinero en un tiempo prudente. La pandemia para mi lo que hizo fue agudizar un problema que ya el país tiene de antes qué es la inflación, las crisis económicas, toda esta situación que se agudizó tanto en tiempo de COVID-19 que dijimos 'bueno, cerremos ahora que tenemos las condiciones dadas para cerrar'", explicó el entrenador. 

A raíz de esta situación los entrenadores que trabajaban en aquellas 7 sedes dejaron de facturar: "No eran empleados directos sino que eran monotributistas. Cobraban por hora de trabajo. Cuando hicimos el cierre de los gimnasios hicimos un cierre con cada uno y siguieron su vida profesional fuera del gimnasio", comentó al respecto. 

"Funcional Gym va a mantener algunas sedes abiertas que son donde ya estamos mejor posicionados y tenemos una masa de alumnos grande: San Isidro, Cañitas y Palermo. Puntos muy estratégicos donde hay gente muy fiel a nosotros. Después vamos a abrir un gimnasio en Madrid, España (en dos meses aproximadamente) para empezar a tener una mirada más internacional y no solo mediante las franquicias afuera sino también certificando a entrenadores (por ahora de habla hispana) con el método de entrenamiento de Funcional Gym, para que los entrenadores puedan llevar a la gente nuestro método en distintos puntos del país”, detalló Esteban Dietz. 

Julieta Puente ya sabe que el “cardio de la felicidad” es todo un éxito y que lo seguirá haciendo aunque se termine el aislamiento social preventivo y obligatorio aunque no con la misma frecuencia ni en los mismo horarios. Mientras tanto dejó su trabajo en El Trece TV -manejó durante tres años y medio las redes sociales- para dedicarse a lo que más le gusta: entrenar y motivar a la gente a que entrene. 

“Estoy trabajando fuerte en hacer un evento del ‘Cardio de la felicidad’ presencial. Donde la gente pueda ir y hacerlo en vivo. Después la idea es llevarlo por el país. El primer lugar va a ser en Buenos Aires,  después tengo en mente Córdoba, Mendoza, Rosario y algún lugar del Sur que todavía no está definido”, confesó la influencer.

Nueva normalidad

Existe un mito muy conocido que asegura que son suficientes 21 días para convertir una acción o comportamiento determinado en un hábito. Esto quiere decir que en casi 100 días de encierro muchas costumbres pueden haber cambiado en la vida de los argentinos y las argentinas. 

Por eso los dueños de los gimnasios deben entender que por más que los habiliten a abrir las puertas de los establecimientos… la desescalada será dura y quien no se adapte quedará en el camino.

La reducción de la capacidad de los locales al 50 por ciento y el achique de los horarios es por ahora uno de los condicionantes que más influyen en el balance de las sumas y saldos de los propietarios.

Fernando dueño de Griego Fitness Center en Mendoza y abrió las puertas este mes y aclaró que solo unos pocos socios se animaron a asistir: "Noto que hay temor en la gente y que están cuidando el peso. El último día antes del aislamiento vinieron al gimnasio 200 personas, el primer día de reapertura solo un 25%. Los más habitué, los que vienen todos los días". 

La pandemia de coronavirus obligó a muchos cuentapropistas, comerciantes y empresarios a revisar sus modelos de negocios para salir a flote en medio de esta situación extraordinaria. Sin embargo, otros tuvieron que bajar la persiana y cerrar definitivamente y otros están ahí, haciendo puntitas de pie aunque no resistirán mucho tiempo más. Para estos últimos un día más de inactividad es estar un paso más cerca de pegar el portazo final. El último que apague la luz.