Ir al contenido
Logo
Deportes #Newsletter

El avance de los clubes contra la violencia de género

Varias instituciones crearon áreas de género, protocolos y cláusulas para combatir desde adentro hechos de violencia y discriminación.

El avance de los clubes contra la violencia de género

En el deporte, como en la vida misma, las desigualdades existieron siempre. De hecho, no hay que viajar mucho tiempo atrás para recordar que las mujeres, por ejemplo, no tenían acceso a poder practicar ciertas disciplinas debido a su inferioridad física o por sus diversas identidades de género. Sin embargo, este paradigma cambió en la actualidad luego de muchos años de lucha que permitieron romper los esquemas establecidos y, como consecuencia, nos transformaron en contemporáneos a una era en la que se empezaron a adoptar otras formas de decir, escribir y ver al género femenino.

Lejos de estar exentos a esta realidad, los clubes varias veces quedaron envueltos en medio de situaciones de violencia de género que tomaron estado público y fueron protagonizadas por futbolistas o entrenadores. Sin embargo, al ritmo de una sociedad que cada vez hace escuchar más este tipo de reclamos, empezaron a tomar cartas en el asunto con la creación de áreas de género, protocolos y cláusulas. Se trata, en definitiva, de eslabones que se unen y forman una cadena cada vez más larga que señaliza un nuevo rumbo.

"La creación de estas áreas es fundamental porque si queremos realmente generar un cambio en la sociedad hay que empezar por ahí, ya que hay clubes que son enormes, muy mirados y puedan dar el ejemplo de tener un área de género, de tomar decisiones con perspectiva de género, de tener cláusulas en el caso de jugadores de fútbol y eso me parece que es fundamental", afirmó Justina Morcillo, jugadora de fútbol en River, en una charla con Filo.News.

Justina Morcillo tiene 20 años y juega como mediocampista en River. Foto: prensa River

Y añadió: "Nos hace sentir mucho más protegidas en caso de que alguna situación de violencia suceda. También creo que estos espacios abren la posibilidad de que dejen de pasar cosas que discriminen a la mujer. La violencia no es solo física, sino que hay muchísima violencia que se da en el día a día y más en un ambiente super machista. Entonces, saber a dónde ir cuando suceden esas cosas, es muy importante".

En ese sentido, Luciana Bacci, futbolista de Racing, agregó que la importancia de que se abran estos espacios se debe a que "instalan una problemática que se da mucho en los clubes y, a veces, queda encubierta cuando no existen las áreas de género ni protocolos".

"Me siento acompañada por las áreas de género y por todos los grupos feministas que son parte de los clubes, como Racing feminista", explicó Bacci. Y enseguida abrió el juego: "Lo que nos va a hacer sentir mucho más protegidas a las socias, jugadoras y a todas las mujeres que formamos parte de los clubes es que se empiecen a dar capacitaciones como la Ley Micaela y talleres de género que también eduquen a los hombres en cuanto al machismo, porque si solamente se los castiga luego de que pasen esas cosas, no se va a poder terminar con la problemática sino que a veces se va a ocultar más. Entonces creo que lo ideal es la educación en base a la perspectiva de género".

Luciana Bacci, de 25 años, juega como defensora en Racing. Foto: Instagram @historicas_rc

Cómo funcionan los protocolos

Las mujeres que trabajan en los clubes y los grupos feministas identificados con las instituciones se unieron para impulsar el surgimiento de las áreas de género y diversidad y los protocolos como bases para combatir cualquier situación de violencia de este tipo.

"El protocolo se puede activar de diversas maneras. Ya sea porque una persona denuncia una situación, porque se siente víctima, porque un tercero denuncie determinado hecho o por oficio, cuando una institución ve que algo no está correcto", explicó Paula Ojeada, abogada master en este tipo de cuestiones y quien está a cargo del departamento de género de Vélez, en diálogo con este medio.

Las puertas de estos espacios están abiertas para aquellas personas que, personalmente o por redes sociales, buscan ayuda luego de sufrir situaciones de violencia de género, acoso, abuso y discriminación por género, partidismo político, religión o de otro tipo.

Además, también se encargan de abordar problemáticas que ocurren por fuera de las instalaciones del club. "Nosotros también brindamos ayuda intrafamiliar. Es decir, si una persona es víctima de violencia de género o de alguna situación fuera de la institución pero es socia, también nos encargamos de ese tema", señaló Ojeda.

El Fortín fue pionero en aplicar instrumentos para combatir la violencia de género en los clubes, cuando ante la llegada de Ricardo Centurión, previo a la firma del contrato, el área de género intervino y consiguió incluir una cláusula que establece que si el jugador viola alguna de las normas establecidas será sancionado.

Otro reciente caso en el que rápidamente se activó el protocolo fue el de Martín Castro, el ex entrenador del equipo femenino de voleibol de River, quien fue suspendido, obligado a renunciar y finalmente separado del club al conocerse una denuncia en su contra por presunto abuso sexual a dos jugadoras durante su paso por Vélez.

Qué cambió y qué falta

La creación de las áreas de género dejaron a la vista la desigualdad de derechos. Y a pesar de que los clubes dieron pasos hacia adelante, todavía están lejos de la paridad. Un reflejo de esto es que las mujeres que ocupan cargos dirigenciales en las instituciones siguen siendo una minoría, de hecho, Lucía Barbuto de Banfield es la única presidente mujer de un club de Primera División.

"A pesar de que se avanzó mucho en el tema de los cupos de mujeres dentro de las dirigencias, necesitamos sin dudas más mujeres, preferentemente feministas, que entiendan las problemáticas que pasamos todas dentro de los clubes y practicando deportes. No solo en cargos de poder, también en cargos de decisión, porque muchas veces sabemos que son usadas como una pantalla para quedar políticamente correctos y después no se les da ni voz ni voto en temas de decisiones", sostuvo Bacci.

En esa línea, Morcillo sumó su opinión: "Es un proceso y van a ir viéndose las modificaciones con el tiempo. Así y todo, creo que está cambiando la impunidad con la que se manejan algunas decisiones y personas a la hora de tomar determinaciones".

El tablero cambió y, aunque muchas instituciones avanzaron casilleros en la lucha contra la violencia de género, todavía queda un largo camino por recorrer. Por eso, es importante que los actores principales se comprometan y actúen para que en escenarios tan formadores como los clubes, le pongan punto final a situaciones que deben dejar de suceder.

  • Newsletter

Ultimas Noticias