A través de los pasillos de esta icónica ciudad italiana está prohibido que circule cualquier tipo de vehículo por tierra, como coches, autobuses, camiones, motos e incluso bicicletas.

Sólo se puede transitar a pie o por agua, con los vaporettos, taxis acuáticos o góndolas (cuyo valor ronda los 80 euros).

Si alguna vez pasás por la famosa Plaza San Marco y tiene unos centímetros de agua, estarás viviendo un acontecimiento muy especial que solo sucede durante octubre y noviembre, cuando la marea sube y desborda las orillas de los canales en un fenómeno que se llama "acqua alta".

Por suerte, los habitantes de la ciudad están acostumbrados a este "mágico" inconveniente y tienen preparadas unas tarimas para que los turistas puedan disfrutar de todo el esplendor de este lugar, sin mojarse.

La Calle Varisco es un pasadizo que pondrá a prueba tu destreza y tu tamaño físico, porque solo pueden atravesarlo personas que quepan entre 53 centímetros de ancho. ¡Guau!

Las casas de esta ciudad están enumeradas según el distrito y no por calle concreta, lo que provoca que hasta los carteros se confundan.

Tampoco sirve demasiado usar Google Maps, ya que las indicaciones que la plataforma proporciona no siempre son las indicadas o a través de calles por las que se pueda atravesar.

Lo ideal es guiarse mediante algún monumento, negocio o edificio famoso para poder llegar a destino, o bien tomar un taxi acuático.