Millones de personas manejan autos en todo el mundo. Cientos de ellas deciden hacerse pilotos para competir. Apenas un puñado son realmente buenos y, generalmente, son contados con los dedos los que dejan su sello grabado en la historia. Lo sabía Juan Manuel Fangio cuando desde chico tenía en claro que su pasión eran los autos y los estudió al detalle para conocerlos más que nadie. Lo comprobó cuando viajó a Europa a descubrir un mundo que, tiempo después, se dedicó a vitorear su nombre. Y lo recordó por última vez aquel 17 de julio de 1995, del que hoy se cumplen 25 años, cuando una bronconeumonía lo empujó a cruzar la línea de meta hacia la eternidad.

En mayo pasado, se cumplieron 70 años de su primera victoria en la Fórmula 1 en el Gran Premio de Mónaco y, en 2021, esa misma cifra representará el aniversario de su primer campeonato del mundo. La mayoría ni siquiera vivíamos en aquella gloriosa década del '50 donde conquistó sus cinco títulos mundiales, sin embargo, el nombre del oriundo de Balcarce aparece vigente una y otra vez en la voz de los pilotos que lo sucedieron y que hoy lo tienen como una referencia inamovible. Y si nos ponemos a jugar a las odiosas comparaciones, a la hora de elegir el mejor piloto de la historia o el mejor deportista argentino de todos los tiempos, ocupa sin discusiones un lugar entre los más grandes.
Juan Manuel Fangio fue de los buenos de verdad, y enamoró a los fanáticos de un deporte motor que, durante muchos años, se rindió a sus pies. Por eso, y por varias razones más, su nombre seguirá resonando para siempre.

Eran otros tiempos, era otra la historia
Si en un puñado de semanas un maldito virus sacudió el ritmo de vida del mundo entero, vaya si habrán cambiado cosas a lo largo de 70 años. Y acá recae buena parte de la cuestión. En los 50, las carreras eran más largas y, sin streaming, redes sociales ni nada por estilo, se palpitaban con el oído pegado a la radio. La poca seguridad de los circuitos de los Grandes Premios generaban la sensación constante de que en cualquier momento podía producirse una tragedia, y lejos estaban de las pistas actuales que cuentan con zonas de escape y pilas de gomas. Las diferencias también se trasladan a los autos: nada que ver aquellos vehículos angostos, pesados y sin demasiada comodidad ni protección, con las máquinas actuales diseñadas por computadora, con grandes neumáticos y estructuras de impacto para evitar accidentes fatales. Incluso, en el recuerdo quedaron las simples remeras y los pantalones que utilizaban los corredores en ese entonces, sustituidos por los buzos antiflama que visten los pilotos modernos.
A pesar del riesgo permanente que significaba correr en aquella época (entre 1950 y 1960 hubo 17 accidentes fatales), Fangio se calzaba el casco, sus míticas antiparras y domaba todas las máquinas a una velocidad asombrosa. Fue campeón del mundo por primera vez en 1951 con Alfa Romeo. Luego de un grave accidente en Monza en 1952, que lo tuvo un largo tiempo fuera de las pistas, volvió y se consagró en 1954 y 1955 con Mercedes-Benz; en 1956 con Ferrari; y en 1957 con Maserati. Es el único piloto que ganó títulos de la Fórmula 1 con cuatro escuderías distintas y, con 46 años, es el más longevo de la historia en ser campeón.

Semanas atrás, celebrando los 70 años del primer Gran Premio de la categoría -disputado el 13 de mayo de 1950 en Silverstone-, la Fórmula 1 compartió una serie de estadísticas sobre quiénes son los mejores pilotos en determinados puntos. Y el Chueco se destacó en la mayoría: lidera el ranking de carreras ganadas con el 46%, por encima de Alberto Ascari (39%) y Jim Clark (34%). Además, se impone en la cantidad de podios con el 67% (2° Lewis Hamilton con el 60% y 3° Giuseppe Farina con el 59%), en las poles position con el 56% (2° Clark con el 45% y 3° Ascari con el 42%) y se lleva los récords de vuelta con el 45% (2° Clark con el 39% y 3° Ascari con el 38%).
También, hace unos años, un estudio de la Universidad de Sheffield reveló quién es el mejor piloto de la historia a partir de fórmulas matemáticas que incluyeron variables como las temporadas, la calidad de los autos, los tipos de circuitos y las condiciones meteorológicas, entre otros factores. ¿La respuesta? Juan Manuel Fangio.
Se dice de ti
Alcanzan y sobran las estadísticas para hablar sobre la obra de El Maestro, pero no hay cifras que impacten tan profundo como el reconocimiento de sus propios pares.
"No trato de compararme con Fangio. No se puede comparar a alguien como Fangio en los tiempos actuales. Él está en un nivel más alto del que yo me veo a mí mismo. Absolutamente, no hay comparación posible", sentenció Michael Schumacher cuando, 45 años más tarde, igualó los cinco trofeos del Chueco.
Además del alemán, que conquistó siete campeonatos, Lewis Hamilton es el único piloto que logró superar al argentino (6 títulos). Así y todo, el británico lo bautizó como "el padrino de los pilotos". Y qué decir de la admiración que sentía por él Ayrton Senna o de los dichos de Alain Prost, cuádruple campeón mundial, quien directamente lo comparó con Dios: "Nunca hemos visto otro piloto así".
Senna habla de Fangio cuando le preguntan a cuál de sus adversarios admira más
"Hay que buscar ser el mejor, no creerse el mejor". La frase que el propio Fangio dice en el documental "El hombre que domaba las máquinas" de Netflix basado en su historia, sin querer queriendo, es una lección de vida. Y tal vez ahí esté la respuesta. Claro que sus números, como su espíritu aventurero, definen gran parte de su transformación en leyenda. Sin embargo, también hay que reparar en el respeto y la admiración sin controversias que genera en los amantes del automovilismo de todo el planeta, pese a que sigan pasando los años. Eso, quizás, sea lo que más lo diferencia del resto.