Luego de dos empates consecutivos en su debut, desde la dirigencia empezaron a filtrar a la prensa que podría no continuar de no lograr un gran resultado y a pesar de ser muy superior durante el primer tiempo, no marcó la diferencia en el resultado. A la salida de la segunda etapa con dos jugadores expulsados, aguantó el partido y lo ganó faltando cinco minutos.

Sebastián Beccacece dirigió su primer partido en enero contra Atlético Tucumán y hasta marzo, cuando le ganó a Alianza Lima, ya sin público por la pandemia de coronavirus, estuvo invicto en sus primeros 10 partidos, con seis victorias y cuatro empates, algo que ningún director técnico acumuló. La primera derrota llegó en septiembre, en el primer partido tras el parón, fue contra Nacional de Montevideo, la cual fue injusta porque en ningún momento fue superior en el campo de juego.

Tras quedar segundo en el grupo por diferencia de gol, en el sorteo de la fase de eliminación directa le tocó Flamengo, el último campeón. Con todo lo que esto implica, también era superior en el plantel, con jugadores de mucha más jerarquía y un presupuesto mucho más elevado, pero Racing le jugó de igual a igual en Avellaneda, siendo superior por momentos, y lo aguantó en el Maracaná, hasta que lo sacó por penales.

Racing sacó 15 puntos en la fase de grupos de la Copa Libertadores de América, algo que nunca en su historia cosechó. A lo largo de los seis partidos, ganó cinco y perdió solo uno. Entre las victorias, se destacan las tres de visitante, algo que tampoco había logrado Racing en otras participaciones.

El paso de Eduardo Coudet en Racing fue muy exitoso: ganó dos títulos, pero algo que se le puede cuestionar fue la poca predisposición para incursionar en primera a juveniles con proyección, los únicos que mantienen estable la economía de un club exportador. En la mitad de tiempo, Beccacece llevó a debutar a 12 chicos y dejó a varios consolidados como Carlos Alcaraz, Fabricio Dominguez, Tiago Banega, entre otros.

Cuando asumió el equipo que comandaba Coudet estaba en la octava posición, y con los malos rendimientos que venía demostrando parecía quedar afuera de las copas internacionales. Ocho fechas después y después de cosechar buenos resultados, culminó en el tercer puesto (tabla general) y clasificó a la próxima Copa Libertadores.

El entrenador se encargó de recibir y agasajar a distintas glorias del club, como integrantes del equipo que salió campeón del mundo, de la Supercopa en 1988 y también a quienes levantaron el titulo en 2001, que fueron olvidados por la dirigencia actual. Además, organizó distintas actividades con chicos de las inferiores para promover el sentido de pertenencia por la institución.

El presidente de Racing, Víctor Blanco, defendió y optó por la continuidad de algunos dirigentes que se encargaron de cuestionar y complicar el trabajo de Diego Milito como secretario técnico del club. Según reveló Beccacece, antes del partido con Independiente, un dirigente le expresó que “Racing no era para él” y también habló mal de Rojas, quien lo calló con el gol de tiro libre ante Estudiantes de Mérida.