La serie está basada en el famoso libro homónimo del periodista y novelista estadounidense Tom Wolfe. Escrita en 1979, la obra es un viaje al interior de las mentes de estos astronautas para comprender qué pensaban y sentían al embarcarse en el programa científico-tecnológico más heroico y audaz de la historia de Estados Unidos hasta ese momento. La nueva serie tiene, además, un antecedente en el cine: la película Los elegidos de la gloria, estrenada en 1983, que también está inspirada en el best seller de Wolfe.

Al momento de desarrollar la serie, sin embargo, la intención fue ir más allá de lo contado hasta ahora para dar cuenta de la experiencia de manera más integral. “Elegimos el formato seriado porque advertimos que la historia era inmensa, y que este nos permitía sumergirnos en los personajes individualmente, dando tiempo para desarrollarlos y conocerlos, y brindándoles el respeto que merecen”, explica Jennifer Davisson, productora ejecutiva de la serie.

La nueva serie fue desarrollada por Appian Way, la compañía productora del actor Leonardo Di Caprio y Jennifer Davisson, quien cuenta que la historia de los “Mercury Siete” atrapó a la dupla desde un primer momento.

“En la compañía siempre partimos desde el punto de vista del personaje. Buscamos personajes complejos, interesantes y emocionantes, y leyendo el libro de Wolfe nos dimos cuenta de que había siete muchachos que llegaban a la historia por distintos motivos, desde diferentes entornos y con distintos deseos y esperanzas. De alguna manera, era como un «exceso de riqueza» en materia de personajes con potencial”, relata Davisson.

Faltando tres o cuatro días para el inicio de las grabaciones de la serie, la producción aún no había encontrado el actor ideal para interpretar a Gordon Cooper, el integrante más joven de los “Mercury Siete”. Cuenta Colin O’Donoghue, quien finalmente quedó seleccionado para el papel, que tuvo que investigar el personaje a contrarreloj.

“Tuvimos la suerte de contar con un guion increíble, y eso me ayudó a no preocuparme por ser tan reverencial con el verdadero Gordon e interpretarlo tal cual estaba escrito”, cuenta O’Donoghue. ¿Un dato extra? El actor tuvo que dominar en pocos días el acento estadounidense sureño, ya que Cooper era oriundo del estado de Oklahoma. Él mismo confiesa que, afortunadamente, disfruta mucho imitando acentos y que además contó con la ayuda de un instructor de dicción en el set.

Con el lanzamiento del programa espacial de los “Mercury Siete”, los astronautas involucrados se convirtieron, junto a sus esposas, en las personas más famosas del país. Eso hizo que los actores que los interpretaron en la serie contaran con muchísimo material de archivo –desde conferencias de prensa hasta artículos periodísticos y cientos de fotos– para familiarizarse con ellos y sus historias de vida.

En el caso del personaje de Trudy Cooper, Eloise Mumford cuenta que se valió de un recurso especial para sumergirse en la vida de su personaje, que era ex piloto de aviones: “Investigué sobre quienes habían inspirado a Trudy. Esa fue mi puerta de entrada hacia ella. Quise conocer a las mujeres que habían inspirado su amor por volar, como las pilotos de los años ’20,’30 y ‘40. Eran mujeres fenomenales, capaces de inspirarnos a todos, y ahí fue cuando comprendí a Trudy por completo”, confiesa Mumford.

Jennifer Davisson cuenta que la decisión de grabar la totalidad de la serie en el estado de Florida –donde se desarrolló el programa espacial de los “Mercury Siete”– aportó gran autenticidad al relato. El rodaje in situ no solo permitió aprovechar el paisaje natural de la zona y embeber el espíritu que se vivió allí en esos años, sino que dio la posibilidad de grabar en locaciones auténticas del programa espacial que aún siguen en pie.

“Pudimos grabar en la plataforma de lanzamiento real, con cohetes reales, e incluso tuvimos acceso a un pequeño centro de control que también se utilizó en el programa espacial. Fue un verdadero lujo”, confiesa Davisson.

Una de las intenciones de la serie que queda en evidencia desde el primer episodio es dar cuenta del costado humano de cada uno de los astronautas que integraron el programa espacial de 1959. Sus defectos e inseguridades, y cómo eso impactó en sus relaciones personales y en la carrera hacia el espacio, es parte integral de la historia.

“Estos hombres con imágenes intachables y vidas aparentemente perfectas eran en verdad seres humanos con defectos, como todos nosotros. Esta serie los humanizó y los trajo a la Tierra”, comenta la actriz Shannon Lucio, quien interpreta a Louise Shepard, esposa del astronauta Alan Shepard.

Los temas universales que aborda hacen que esta historia sea tan relevante hoy como cuando sucedió, sesenta años atrás. Destaca Davisson: “En definitiva, es un relato sobre la aspiración, sobre aquello que podemos lograr. Es una historia acerca del deseo humano de explorar y expandir los límites de lo conocido, algo que ocurrió siempre y sucede hoy”. Incluso, el relato conecta con estos tiempos tan particulares de la comunidad global.

Concluye Davisson: “Hoy en día, el planeta está atravesando una situación de pandemia. Más allá de la política, más allá de las fronteras, enfrentamos todos lo mismo y estamos ayudándonos a superar lo que parece imposible. Creo que la serie tiene esa misma magia. Demuestra lo que somos capaces de hacer, enfrentando cualquier adversidad”.