En el año 1999, Carrió sería reelecta como diputada para el período 1999-2003, con el apoyo de la Alianza, fórmula del radical Fernando de la Rúa y del peronista Carlos “Chacho” Álvarez.

Las diferencias con el bloque se agudizarían cuando el presidente designó a Cavallo como ministro de Economía, hecho profundizado con la delegación de facultades extraordinarias al ex funcionario menemista.

“Con la transferencia de estos poderes se va a consolidar cada vez más el Estado mafioso“ sostuvo Carrió.

Por esta razón, abandonó la UCR y juntó diputados de centro-izquierda para armar un bloque propio por fuera de la Alianza.

Resultado: Fuerza Argentinos por una República de Iguales (ARI).

Aprovechando las nuevas P.A.S.O, Carrió aprovechó para aglutinar posturas bajo el Frente Amplio UNEN.

La crisis de UNEN surge a partir del objetivo que Carrió tenía para hacer entrar a esa lianza al partido PRO de Mauricio Macri, planteo que fue rechazado por gran parte del espacio, en especial Pino Solanas.

La ruptura quedó registrada durante un acto en donde Pino Solanas dijo  que en ese lugar “no hay espacio para los ajenos y la derecha moderna”.

Resultado: Cambiemos.

Las declaraciones de las ultimas semanas fueron contundentes, graves en realidad, y tal como había advertido, Elisa Carrió presentó el pedido de juicio político a Germán Garavano.

Parafraseando, Carrió, diputada nacional por Cambiemos, propuso el juicio político para el ministro de Justicia del gobierno que ella integra.

Las acusaciones no son nuevas, pero la recesión en el país y la inquietud electoral en el oficialismo acelera y profundiza declaraciones que en otro momento (y una vez más) hubieran sido pasadas por alto.

Resultado: ¿Qué hará Carrió?, ¿Seguirá en Cambiemos?, ¿Querrá aprovechar su mejor resultado electoral e ir por la presidencia como en los últimos 4 llamados?