La primera vez que fui a Perú fue por Floricienta en el 2005, y 2006 con los shows en vivo en la gira que hicimos. Después durante 3 años conduje un programa en un canal de Cris Morena, Iups se llamaba el canal y se veía particularmente en Chile, Perú y Ecuador. En Perú explotaba en rating y hablé con el productor del programa fuimos a grabar unas imágenes.

Ahí me invitan a participar como invitado especial a Combate y yo les dije: “Me encanta hacer deporte, pero no puedo trepar paredes”. Al final, fui igual y se volvió como un reality multitarea y la pasé muy, pero muy bien. Después volví por alguna que otra campaña y poco a poco se me fue armando el camino. Hoy tengo familia directamente allá porque mis amigos son hermanos.

Lo que más disfruté fue hacer de Luz Clarita. Dije, “esto va a estar muy bueno, muy bizarro” y le di como una vuelta de rosca. Hice como si Luz Clarita estuviera cansada de hacer el personaje y terminaba siendo alcohólica. Por suerte, me dieron mucha libertad para crear, para hacer y la pasé genial.

Me llevo alegría. Me encanta bailar, me hace muy feliz y se armó la lambada de a tres -como se hace acá la salsa de a tres con un famoso- una conductora, Karla Tarazona, me invita a bailar con ella y la pasé muy bien.

“La Tinelli” de allá, al aire se copó mucho con mi impunidad. Yo soy muy impune, en ciertos momentos, es decir muy libre y la coreo terminaba con un beso e hicimos un escándalo, en el buen sentido, a mí lo mediático no me va. La conductora me propuso al aire quedarme más tiempo y ahí justo surgió Los reyes del Playback por segunda vez y versión extendida. No pude hacer el gran show y quedó la puerta abierta para otro momento.

En el exterior lo que destacan de mí es el respeto y la libertad porque evidentemente son como más tranquilos y ven en mí esa soltura que es gusta.

Yo cuando voy saco a bailar a la gente y quizás en países como en Perú, Ecuador o México, son más tranquilos. Valoran el respeto también, yo cuando voy a Perú sería incapaz de maltratar, de ser despectivo o faltar el respeto. No me gusta discriminar a nadie y les gusta que no soy mediático, que yo no voy a robarle el lugar a nadie. Cuando me ofrecieron lo de Combate, yo les aclaré que no era competitivo y lo entendieron. Quiero agradecer que el país me abre las puertas, al igual que en Italia. 

En Italia, la productora Ana Mirábiles, se volvió mi hermana, mi hija, mi madre porque nos ayudamos y nos acompañamos. Es la primera serie que hizo esta productora que aparte es periodista y autora, y por eso ella me pidió que haga la música de la serie y me brindó una super oportunidad. Salió de ella porque descubrió canciones mías en Youtube.

En particular de estos países porque por suerte pude viajar a muchos más lugares por mi trabajo. Cuando era más chico, por publicidad viajé a Costa Rica, a España. Después por Floricienta, conocí 11 países. En estos tres lugares en particular, lo que rescato es el respeto y que valoran tu trabajo.

Me acuerdo que la gerente de un canal de Latina, me dijo: “Es un honor tener una figura como vos en este canal” y yo no me creo una figura sólo soy una persona y punto, pero es lindísimo sentirse bien recibido, valorado y apreciado. No digo que acá no suceda, digo que festejo que pase en aquellos países. Esos países son muy respetuosos,te bendicen todo el tiempo, más allá de la religión que a vos siempre te pase lo mejor.

El esfuerzo, el “persevera y triunfarás”. Eso fue lo más importante de mi carrera, después de proyectos, el más evidente es el de Floricienta porque me abrió muchas puertas a nivel internacional, pero también lo fue Chicos Católicos, que duró 6 años y aparte fui el productor junto con Juan Paya. Fue, también una experiencia fabulosa. Cada proyecto construyó el Nicolás que soy ahora. La carrera que tengo ahora que todavía es pequeña y puede seguir creciendo.

El deseo va mutando y uno va deseando cosas nuevas, siempre voy por esas cosas nuevas. Si la energía está bien focalizada, uno consigue lo que quiere. Porque lo que quiere quizás no es algo tan concreto, tan literal porque cuanto más escueto el deseo, más chances hay de fracasar.

Feliz. Yo soy feliz, no estoy feliz; por elección. Veo mi vida como una película. En una película hay partes tristes y yo la disfruto igual. Yo disfruto de todo lo que va pasando en mi vida. La clave de poder disfrutar del proceso, no del resultado solamente.

Más que filoso, soy medio filósofo. Me gusta mucho el psicoanálisis. Yo hago terapia desde los cuatro años, yo juego que soy muchas cosas. La gente que te ve extrovertida piensa que sos 24 horas extrovertido y no, yo soy un montón de cosas.

Soy muy tranquilo, soy muy callado, muy serio y profundo, también soy superficial, a la vez soy  agradecido y soy desagradecido. Soy todo a la vez. Trabajo para ser cada día una mejor persona. Soy mucho más tranquilo y serio de lo que la gente cree, a veces por hacer humor, muchas veces no te respetan y pobre del que no puedo ver en mí otra cosa, que no pudo respetar. Soy un abanderado del respeto y del psicoanálisis. 

Seguir disfrutando, seguir creciendo, seguir haciendo música. No tengo metas unidireccionadas porque no me sirven ni me gustan. Mis metas son más amplias, pasarla bien y hacer que los demás también la pasen bien.

De esta manera, Nicolás Maiques, como consecuencia de su arduo y prolongado trabajo a través de los años como actor, se convirtió en un trotamundos. Y en este viaje, que él describe con tintes literarios, “como una película” que en definitiva es la vida, muchas cosas aprendió, pero por sobre todo un valor que prepondera por sobre cualquier otro: el respeto.

Harto del bullying que padeció varios años, él nos demostró que quedándose de brazos cruzados no iba a llegar a nada, y por eso, salió y la peleó. Un actor multidisciplinario que tiene la fórmula del éxito para emocionar y hacer reír a la vez. Una persona y punto; sin tanta adjetivación y decorado, que se ganó el pan haciendo reír a toda una generación. Un actor que siempre estará en nuestros corazones.