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A 110 del nacimiento de "Manucho" conocé la historia de Manuel Mujica Láinez

El escritor, periodista, traductor y crítico de arte conocido por su saga de novelas históricas y sus fiestas de la casa de Belgrano. En su escritorio quedó inconclusa una novela a la que tituló "Los libros del Sur".

A 110 del nacimiento de "Manucho" conocé la historia de Manuel Mujica Láinez

Manuel "Manucho" Mujica Láinez  nació el 11 de septiembre de 1910, el escritor pasó parte de su adolescencia en Inglaterra y Francia. Tuvo diversos trabajos a lo largo de su vida, entre los cuales se puede mencionar el de periodista, traductor y crítico de arte. Manucho es reconocido por su ciclo de novelas históricas denominada "la saga porteña", conformada por Los ídolos (1953), La casa (1954), Los viajeros (1955) e Invitados en El Paraíso (1957).

Esta novelas se pueden leer perfectamente de manera independiente  en las que evoca el mundo de la aristocracia argentina, desde una perspectiva que muchos consideran decadente. 

En 1969 se jubiló de su empleo en La Nación, vendió su casa del barrio de Belgrano, donde vivía desde 1936 y desde donde solía realizar famosas fiestas por donde circulaban a lo largo de la noche gente del mundo social y artistas de todas las disciplinas.

Ubicado ya en su casa de Córdoba, llamada "El Paraiso", escribió la novela Cecil (1972), relato autobiográfico narrado por su perro, el whippet Cecil. Además, se destacó por sus cuentos reunidos en una obra que se llamó Aquí vivieron (1949) y Misteriosa Buenos Aires (1950).

Su novela titulada Bomarzo, publicado y prohibido por el gobierno militar de Juan Carlos Onganía,le valió la multiplicación de las ventas de sus libros y lo convirtió en una figura popular. 

Manucho murió el 21 de abril de 1984, en su residencia  "El Paraíso", como consecuencia de un edema pulmonar. Sobre su mesa de trabajo quedó el original de una novela inconclusa titulada Los libros del sur.

Desde 1987 hasta 2014 funcionó en su casa cordobesa un museo dedicado a su vida y obra, que conserva tanto la biblioteca como el mobiliario y diversos objetos que fue adquiriendo en sus viajes.

Escribió 15 novelas, 6 cuentos, 3 ensayos, realizó 4 biografías y múltiples traducciones, además gano numerosos premios tales como:

  • Gran Premio de Honor de la SADE en 1955 a su novela La casa.
  • Premio Nacional de Literatura en 1963 por su novela Bomarzo.
  • Oficial de la Orden de las Artes y las Letras en 1964.
  • Comendador de la Orden del Mérito en 1967 otorgado por el gobierno italiano.
  • La Legión de Honor del Gobierno de Francia, en 1982.
  • Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires nombrado a pocas semanas de su muerte 1984.

Para que conocerlo más acá te dejamos algunos datos curiosos del escritor. 

  • Manucho sufrió un grave accidente a los 4 años mientras andaba en un triciclo en  la azotea de su casa (donde hoy se alza el Automóvil Club Argentino, en la Avenida del Libertador). Tropezó con una inmensa olla de agua hirviendo que se volcó sobre él: todo su cuerpo se volvió una llaga. Roque, el cocinero, llegó a untarlo con clara batida de pies a cabeza, salvándolo de una muerte horrible.
  • Los jardines de la casa cordobesa a la que llamó "El paraíso" , que se encuentra en Cruz Chica, a 3 kilómetros de La Cumbre, fueron una creación del arquitecto y paisajista Carlos Thays, el mismo que realizó famosos parques públicos, como los de Palermo y el Botánico de la ciudad de Buenos Aires.
  • Manucho llevaba bien algunas contradicciones. Por un lado, estaba casado y era padre de familia conservador de clara estirpe liberal; por otro, era homosexual y no lo ocultaba. Iba siempre acompañado de jóvenes que cambiaba con cada temporada. Una vez un amigo, en un teatro, le presentó a su joven acompañante como “sobrino” y Manucho le dijo que ya lo conocía: “Fue mi sobrino el invierno pasado”.
  • Al igual que Jorge Luís Borges, descreía de la política y era antiperonista.
  • En su adultez, tenía un look muy particular: solía aparecer con chalecos, un  monóculo que lo distinguía. bastones ricamente ornamentados, anillos y brazaletes. En España le decían que parecía un viejo lord de otro tiempo, algo que no le gustaba que le dijeran cuando estuvo allí por última vez (primavera de 1982) porque era cuando la guerra de las Malvinas y él era un argentino patriota.
  • Visitaba con frecuencia a las videntes -siempre eran mujeres-, a pesar de ser también muy creyente.
  • No le gustaba estar solo: "Quiero salir a la calle y ver gente", decía. "Para mí, la soledad no es buena", concluyó en una entrevista años después de la muerte de su madre.

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