Con lo que hasta ahora han sido los picos de contagios y decesos por coronavirus en el área metropolitana de Buenos Aires, en las últimas jornadas parece haberse alcanzado un piso de consenso en lo que el retorno a una fase de aislamiento estricto para esta región respecta. 

En esta línea, hace instantes el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, comentó que junto al presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta,  están "previendo 15 días de una cuarentena muy estricta" en el AMBA, que es, dijo, "una forma de hacer una especie de contrato" con la sociedad.

"Estamos teniendo un crecimiento clarísimo de los contagios y de la utilización de los recursos sanitarios. Estamos de acuerdo, junto al gobierno nacional y de la Ciudad, en que si esto se sostiene tendremos que avanzar hacia un aislamiento más rígido", comentó Kicillof.

De igual manera, Rodríguez Larreta, aseguró que están "evaluando día a día los datos" de la evolución de la pandemia y afirmó que "si los casos se complican, habrá que ir atrás" en las fases del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

"Estamos evaluando día a día los datos y es preocupante que los índices vienen subiendo en la última semana", precisó el mandatario porteño, refiriendo como indicador que el viernes había 141 camas de terapia intensiva ocupadas con enfermos de Covid, y el lunes el lunes el número había subido a 179.

Es decir que la decisión ya está tomada, pero esto no significaría necesariamente un regreso completo a la fase 1 de la cuarentena anunciada sobre mediados del mes de marzo, contemplando que es altamente posible que se mantengan abiertos negocios de cercanía. En ese sentido es que todavía está en estudio qué actividades volverán a cerrar.

El factor clave que el Gobierno de la Nación tomó como referencia al momento de anunciar la evolución en las medidas de aislamiento ha sido la cantidad de días que toma que el número de personas infectadas se dupliquen, es decir, el “tiempo de duplicación de casos”.

Otro eje en consideración fue el porcentaje de la población que puede circular, siendo que en un inicio sólo se permitieron las actividades esenciales, donde hasta un 10% de la población se podía movilizar.

Estos indicadores son los que marcaron a la primera de las fases atravesadas del aislamiento iniciado el 20 de marzo, la cual se denominó como de “aislamiento estricto” y solo fue regulada por el Poder Ejecutivo Nacional.

Esta etapa contó con la autorización de los servicios esenciales (podes chequearlos acá) y restringiendo cualquier otro tipo de actividad. 

Además, la movilidad de la población podía alcanzar hasta el 10%, la duplicación de casos de contagio se producían cada menos de 5 días y las medidas se implementaron de forma homogénea en todo el territorio nacional, sin excepciones.

Quienes se encuentren cumpliendo el aislamiento dispuesto solo podrán realizar desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos.

Deberán abstenerse de concurrir a sus lugares de trabajo y no podrán desplazarse por rutas, vías y espacios públicos, todo ello con el fin de prevenir la circulación y el contagio del virus COVID-19 y la consiguiente afectación a la salud pública y los demás derechos subjetivos derivados, tales como la vida y la integridad física de las personas.