El líder del frente De Todos, Alberto Fernández, dará inicio a su primera gira internacional como Presidente de la Argentina. El destino, Israel, el motivo, la presencia en el “Foro Internacionales de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo”.

El mandatario partió en el día de ayer cerca de las 14:00 en un vuelo de línea (vía Italia), acompañado por una comitiva integrada por su pareja, Fabiola Yáñez; el canciller, Felipe Solá; el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el diputado Eduardo Valdés y el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi.

Por su parte, la agenda en el Estado de Israel tendrá inicio este día miércoles por la noche con lo que será una cena ofrecida por los anfitriones del evento hacia los mandatarios allí presentes.

Vale recordar que además de la presencia de Vladimir Putin (con quien se espera un breve encuentro) y Emmanuel Macron, formarán parte del Foro el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, el Presidente de Israel, Reuven Rivlin y varios representantes del continente europeo. 

El día jueves se desarrollará el evento central en el Museo Yad Vashem, el Museo del Holocausto de Jerusalén, en tanto que el viernes por la mañana (17:00 hora local) Fernández mantendrá una reunión bilateral con su par local, Reuven Rivlin. 

Lo cierto es que en las últimas horas confirmaron que a al reunión con el mandatario israelí, Alberto Fernández, dirá presente en una reunión con el primer ministro del Estado, Benjamín Netanyahu.

Indistintamente de si esta cumbre es o no un gesto hacia Estados Unidos, país clave para la renegociación de la deuda de casi 50.000 millones de dólares que Argentina debe afrontar con el Fondo Monetario Internacional, por lo pronto, la visita de Fernández al Estado de Israel se presenta como el primero que un Presidente argentino realizará desde la llegada de Carlos Menem en el año 1990. 

El propio Mauricio Macri había hecho lo propio en el mes de junio de 2014 pero como Jefe de Gobierno porteño, en tanto que Netanyahu arribó a la Argentina en septiembre de 2016.

De igual manera, rompe con las tradiciones recientes referidas al primer destino de los Presidentes nacionales en funciones que suelen tener en la región su primer roce internacional. 

Así lo determinó Néstor Kirchner en Brasil, Cristina Fernández en Uruguay y el propio Mauricio Macri en Paraguay.

Por parte de Alberto Fernández, el mandatario había visitado España, Portugal, Perú y Bolivia tras su contundente victoria en las elecciones primarias del 11 de agosto, en tanto que hizo lo propio en México tras su consagración como Presidente post 27 de octubre. 

En esto, el destino, si bien no es inocente, no deja de escapar a la lógica de los calendarios y a la de una región como la Latinoamericana algo hostil en sus primeras interacciones, al menos desde el lo declarativo. 

La llegada de una nueva administración al Ejecutivo nacional en nuestro país suele marcar una de dos cosas: o bien la reorientación total o bien la intensificación plena (aunque finalmente contradictoria) en las prioridades del Gobierno entrante.

El arribo de Fernández segura y prontamente, si es que ya no lo hizo, deja en claro lo primero, chocando así con la idea de “cambio” heredada desde Cambiemos, alianza que a su vez tuvo en su génesis hacia el mundo el lograr una reconstrucción de la identidad recibida por el Gobierno anterior. O se profundiza o se cambia.