Mientras que los rescatistas buscan sobrevivientes bajo los escombros, una familia argentina recibió un llamado que calmó la angustia: Franco Ezequiel Ayala se comunicó telefónicamente y avisó que está sano y salvo.

El joven, un rosarino de 24 años, estaba desaparecido tras el terremoto en México. Según contó su familia, estaba instalado en Ciudad de México cuando se produjo el sismo y, después del temblor, perdieron contacto.

Según relató el joven en declaraciones televisivas, está junto a otros 2 argentinos, que también quedaron incomunicados. "Eramos 7, estábamos comiendo una picada y nos empezamos a sentir mareados".

"Al principio no entendía nada, empezó a moverse todo de un lado al otro y automáticamente empezamos a correr. Uno piensa 'esto se cae todo'", sostuvo Franco.

Ayala es mesero y viajó a México hace tres meses. Primero permaneció en Tulum y en las últimas semanas se trasladó a Roma Norte, en la capital del país.

Según comentó una amiga, Franco se encuentra en la zona central donde ocurrió el sismo, sin energía eléctrica y con escasas posibilidades de poder desplazarse:"Franco está bien pero está anímicamente muy asustado".

"Al momento del terremoto estaba en un cuarto que alquila con amigos en Roma, una de las zonas más afectadas, y recién ahora se pudo comunicar", dijo Florencia Malvestuto, amiga del rosarino.