Ya lo había advertido el ministro de Energía, Juan José Aranguren: "El ajuste de la tarifa de servicios será gradual y constante hasta 2019". Por ello, tras el alza de la electricidad, el Gobierno anunciará en pocos días un nuevo aumentos en las tarifas del gas: rondarían el 50% para hogares de consumo medio y, según entidades de consumidores, podría llegar hasta 100% para los de consumo más bajo.

¿Por qué afectaría más a los que menos consumen? Es que los cambios en los precios no sólo recaerían sobre los costos del gas, sino también sobre los cargos fijos que se venían pagando.

Para calcular el ajuste, las compañías deben tener en cuenta el precio mayorista del gas, que pasará a 4,20 dólares el millón de BTU desde abril, casi 10% más que el valor actual, y a eso le deben sumar un ajuste de entre el 200% y el 100% para las distintas distribuidoras.

Así, si un usuario pagó una factura de $96 mensuales ahora pasaría a $168 pesos, equivalente a una suba del 75%, aunque la palabra final la tendrá el Ejecutivo.

El año pasado, el aumento fue judicializado debido a desproporcionados incrementos que tuvieron las facturas con subas cercanas al 1.000%.

Susana Andrada, presidenta del Centro de Educación al Consumidor (CEC), estimó que el incremento podría hacer duplicar las boletas y que los más afectados serán los usuarios de menores recursos. "Ahora el cargo fijo no será de $13, sino de entre $50 y $70. El que antes pagaba $50, ahora pagará $120", sostuvo la dirigente en declaraciones televisivas.

Dijo que "hay que ver el consumo de cada uno, pero los que menos gastan serán los que tengan aumentos de hasta 100%", y consideró "es impagable afrontar dos aumentos por año en las boletas de gas y luz".

(Cálculos en base a fuentes del sector suministradas al diario La Nación)