Este miércoles, la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner afirmó que "de la misma manera que se financiaban golpes militares" en el siglo XX "se comienzan a financiar los golpes judiciales en América Latina", aseguró en el marco de una conferencia brindada en Honduras por la asunción de su presidenta electa, Xiomara Castro.

"Ya no hacen falta golpes militares, ahora hay que conseguir jueces educados en comisiones y foros", manifestó en su charla titulada "Los pueblos siempre vuelven" y advirtió sobre un intento de volver a instaurar el neoliberalismo en la región.

La ponencia tuvo lugar en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en la ciudad de Tegucigalpa, donde también fue distinguida con el título de Ciudadana Ilustre. La ex presidenta llegó al país este martes para asistir este jueves a la asunción de Castro

En su discurso, Cristina fue contundente: "Los jueces juzgan no de acuerdo a las leyes sino a la ideología y los intereses que siempre están en contra de los intereses de las grandes mayorías", sostuvo.

A su vez, rememoró que "a fines del siglo XX, luego de haberse impuesto el neoliberalismo en toda la región, con la tragedia social, económica y de disgregación nacional, comienzan a surgir nuevos movimientos populares y nacionales, con otros nombres y protagonistas, pero con el mismo objetivo de siempre: la autodeterminación de los pueblos".

En ese sentido observó que "se pretende analizar lo que pasa en un continente como Latinoamérica con las categorías de pensamiento europeo" y que "cuando se suprime al Estado "aparece el narco", una problemática que debe combatirse, dijo, con "trabajo, salud, educación, escuela y progreso" para la sociedad.

"El gran desafío que tiene la región, y el mundo, es ver cuáles son los graves problemas que hoy acechan", dijo y señaló que "todavía hay machismo en nuestras sociedades y en nuestros propios compañeros", y pidió apoyo para Xiomara Castro, a quien, dijo, "le espera una tarea doblemente difícil por ser mujer".

"Es muy difícil porque cuando una mujer, además de pintarse, peinarse y ponerse una atuendo, piensa, y se atreve a decirlo en voz alta, se lo perdonan bastante menos que a los hombres", reflexionó la vicepresidenta.