Un hombre de 38 años murió el sábado último en Chile tras recibir un disparo de una bomba lacrimógena en la cabeza por parte de Carabineros en medio de las manifestaciones que se llevaron y llevan a cabo en el país trasandino contra la administración que encabeza Sebastián Piñera.

La víctima fue identificada como Cristian Valdebenito, quien sufrió un traumatismo craneal grave por el impacto, por lo que fue ingresado a un centro de salud de la zona, donde finalmente perdió la vida. 

Al respecto se pronunció el Instituto Nacional de Derechos Humanos en Chile, la organización que realiza el trabajo de campo desde las manifestaciones, centros de salud y comisarías, a partir de 17 de octubre de 2019, ilustran la brutal represión y el garantismo provisto por el Gobierno de turno.

“El INDH repudia este fallecimiento y lamenta que la noche de este viernes hayan aumentado las lesiones e impactos oculares y otras heridas de gravedad, todo lo cual nos impone el deber de recordar a las fuerzas policiales que el control del orden público y el uso de la fuerza debe ser siempre proporcional y respetando los estándares internacionales de derechos humanos", indicó mediante un comunicado. 

La Comisión Interamericana de DDHH por su parte refirió su parecer desde sus redes sociales: “La CIDH lamenta la muerte del manifestante Cristian Valdebenito, en el contexto de la protesta social en #Chile. De acuerdo con el personal de urgencias y el relato de testigos, la muerte se produjo tras el impacto de una bomba lacrimógena”. 

El organismo internacional expresó su solidaridad con familiares y cercanos a Valdebenito, y llamó a las autoridades “a investigar pronta y diligentemente este suceso y sancionar a quienes resulten responsables”.

De manera conjunta a estos dos espacios se suma el del Centro de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Amnistía Internacional, la ONU y Human Rights Watch (HRW), que dan cuenta de una serie de violaciones de los Derechos Humanos a partir de las fuerzas de orden. 

Por caso, al momento y con una última actualización realizada el 18 de febrero es que se han registrado 3765 personas heridas (445 de ellas con heridas oculares), 1835 denuncias por vulneraciones (197 por violencia sexual, 520 por torturas y 1073 por uso excesivo de la fuerza).