El Tribunal condenó a Diego Guzmán a la pena de tres años de prisión por "homicidio en exceso del cumplimiento de su deber". Sin embargo la condena se cumplirá en libertad.

El policía deberá fijar un domicilio y cualquier cambio deberá ser notificado previamente. También tendrá que pedir autorización en caso de querer salir de la provincia o del país.

Además, le impusieron una inhabilitación especial para ocupar cargos policiales por 7 años, y deberá someterse a control trimestral por la "Dirección de Promoción del Liberado".

El caso 

El hecho ocurrió en el año 2014, cuando Lucas Carrasco murió tras sufrir un golpe en la cabeza, a la salida de un partido de Independiente Rivadavia. 

El único acusado era Diego Guzmán, un efectivo de la policía, quien llegó al juicio con la imputación de homicidio con dolo eventual, agravado por el uso de arma de fuego y por haber ocurrido en las inmediaciones de un espectáculo deportivo. Por esto, la fiscalía y la querella habían solicitado 18 años de prisión, pero la defensa requería la absolución o la condena por homicidio culposo -que implica una pena de 2 a 5 años de prisión-. 

Finalmente, este jueves, el tribunal compuesto por los jueces Mauricio Juan, Eduardo Martearena y Laura Guajardo, decidieron condenarlo a 3 años. 

Este es el segundo juicio que se lleva adelante por la causa. En julio del 2016 se realizó el primero, pero fue suspendido porque José Valerio, uno de los jueces, presentó un certificado por problemas de salud, y se ausentó por más de 15 días hábiles.

Valerio -hoy Ministro de la Corte- fue muy cuestionado en aquel momento porque durante esos días se presentó a una clase de consulta en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo. 

La madre de Lucas, Viviana Espina, decidió quitarse la vida en julio del 2017, cansada de esperar justicia por la muerte de hijo.