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Crimen de Fernando Báez Sosa: los rugbiers se quejan del olor de la comida

Además, denuncian que en las celdas hace "un calor sofocante" y que "no pueden ingresar sus amigos a visitarlos". Por ello, su abogado, Hugo Tomei, solicitó el cambio de penal.

Crimen de Fernando Báez Sosa: los rugbiers se quejan del olor de la comida

La semana pasada, Hugo Tomei, abogado de los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, presentó un escrito en el que se reclama la situación que están transcurriendo Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz en la Alcaidía N°3 de La Plata.

Y es que, según denuncian los ocho jóvenes a través de las palabras de su abogado, el establecimiento en el que se encuentran detenidos a la espera de su juicio (el cual, hace algunas semanas, se confirmó que será el 2 de enero de 2023) les brinda alimentos con un "olor nauseabundo", que en las celdas hace "un calor sofocante" y que "no pueden ingresar sus amigos a visitarlos".

Tras darse a conocer estas circunstancias, la respuesta de Natalia Beatriz Roussillón fue expuesta ayer ante el Tribunal Oral N°1 de Dolores y, en ella, la directora solicitó que se le otorgue "el correspondiente aval para que los mismos sean trasladados a la órbita del Servicio Penitenciario Bonaerense".

"Están 21 horas en una celda pequeña. Temen recibir una venganza o ser agredidos en cualquier momento, por eso se entiende que desde el penal los cuiden al extremo. Sin embargo estas medidas son tan severas que se tornan inhumanas y degradantes", declaró, en diálogo con TN, una fuente cercana al expediente.

Por su parte, una fuente judicial, afirmó, después de que Tomei elevara un requerimento para que el Tribunal actúe y la situación de sus defendidos pueda cambiar, que "los jueces dispusieron un oficio para que la Alcaidía conteste con un informe de manera urgente. El penal admite que las condiciones son estrictas y en esa contestación es cuando pide el traslado".

"No se les da más libertad porque tienen miedo de que les saquen fotos o los filmen. La defensa venía denunciando esto y fue la primera vez que el tribunal inició un procedimiento de control", cerró, por otro lado, una fuente del servicio penitenciario al mismo medio.