"Manolo", como le decían en el barrio, era un jubilado camionero muy querido entre sus vecinos. Se lo vio por última vez el 19 de julio, lo que sembró preocupación por su paradero.

En la mañana del sábado 22, a tres días de su desaparición, fue encontrado asesinado en su casa, en la localidad de Bernal

Manuel Pereyra se encontraba sin vida, esposado de pies y manos y armodazado. Sus vecinos lo encontraron tras ingresar a la vivienda alertados por las luces de su casa, que permanecieron encendidas desde el día de su desaparición.

La Policía detuvo a dos mecánicos, sospechosos de haber cometido el asesinato: intentaron vender un arma, perteneciente a "Manolo" y tenían en su posesión la caja de herramientas del jubilado.

Los hijos de la víctima, Héctor y Mónica, reconocieron a los detenidos. 

"Hace como dos meses que venían, le miraban el auto y le decían que se lo iban a arreglar" expresó la hija del anciano

Esto concuerda con la primera hipótesis que sostuvo la Policía, que indicaba que el asesino debió haber sido un conocido de "Manolo" puesto que la puerta no había sido forzada.